La Venezuela positiva
Lamentablemente en nuestro país nos hemos ido acostumbrando a quejarnos de la mala suerte, cuando en realidad no hay tal, sino la producida por una tendencia a ver todo negro.
Nadie en su sano juicio puede desconocer que el país se ha deteriorado en muchos ámbitos, pero también habría que ver con buenos ojos la reacción de muchos venezolanos que anteponen al mal tiempo buena cara y con sus esfuerzos cotidianos van logrando éxitos que, en parte, compensan las malas noticias que a diario leemos en la prensa, o peor aún, con las que nos aturden las redes sociales.
Un ejemplo que debe llenarnos de alegría y esperanza es lo que vienen haciendo las niñas de la selección subdiecisiete de fútbol, que sin aspaviento alguno llevan ya varios partidos ganados con resultados abultados, sin que ninguno de sus contrincantes haya podido vencer su portería.
Otro ejemplo, mucho más difuso pero no por ello menos importante, es el de la gran cantidad de jóvenes que están creando nuevas empresas en las que asumen con éxito su rol de emprendedores.
Pero tal vez lo mejor es ver cómo muchos venezolanos y venezolanas siguen en pie de lucha en sus trabajos sin bajar la cabeza, sin querer abandonar el país a su suerte, con fe y esperanza en que vendrá un mejor futuro y que a pesar de todos los pesares Venezuela es un país por el que vale la pena luchar.
Hemos transitado años difíciles que rayan en la locura, pero si logramos que no nos roben el optimismo que aún guardamos en algún lugar de nuestros corazones, venceremos y reconstruiremos una Venezuela digna y honesta en la que todos podamos vivir y trabajar en paz, sin temer que nuestras diversidades de pensamiento sean causa para ser excluidos o marginados por una secta política que se adueñe del poder.
Muchos países han pasado por experiencias terribles, entre ellos Camboya con Pol Pot, China con Mao o Ucrania con Stalin, para solo señalar algunos casos horribles de genocidio, y hoy son países prósperos y viven en paz. No hay razones que justifiquen el pesimismo prevaleciente de algunos de nuestros compatriotas, y la historia le dará la razón a aquellos que mantuvieron la fe de que si era posible que en Venezuela lo positivo superara lo negativo.