La Twitter-Diplomacia de Delcy
Los avances tecnológicos y en particular el uso del internet, han tenido una profunda influencia en la actividad diplomática para bien -ya que aceleran el lento transito de valijas diplomáticas- y para mal –ya que las filtraciones que se han dado a través de mecanismos como los WikiLeaks han perjudicado la confidencialidad de la política exterior. Pero la anti-diplomacia llega a grados superlativos con el uso de los «Twitts de Delcy» que además de desacertados, son una expresión de irresponsabilidad en un momento en que los ojos del mundo están puestos en Venezuela. En vez de permanecer en el continente para asistir a las reuniones de Cancilleres convocadas por UNASUR, o responder a las Misiones diplomáticas que intentan visitarnos como la de Brasil o de la ONU quienes se muestran preocupados por el giro peligroso de la desintegración y el anuncio de medidas del pasado como el cierre de fronteras unido al drama ocasionado por la expulsión de humildes inmigrantes y refugiados Colombianos tratando a mujeres y niños como “paramilitares”, la Canciller Delcy Rodriguez en vez de contribuir para apaciguar la crisis, envía desde Vietnam y China unos insólitos mensajes que muestran inmadurez y la falta de profesionalismo. La “Twitter-Diplomacia” supera con creces los desacertados adjetivos de la “diplomacia de la confrontación y del micrófono” protagonizada por sus jefes Maduro y Cabello.
Los múltiples mensajes virtuales de 140 caracteres de la Canciller muestran ante el mundo muestran la falta total de equilibrio, y una espontaneidad imprudente como respuesta a las declaraciones cautelosas pero firmes de su colega Colombiana hechas por la vía convencional. Leemos cómo –amparada por el logo del pajarito azul- emite posiciones contra el vecino país con frases irresponsables como «solicitaremos indemnización para el Estado venezolano por el éxodo masivo de Colombianos que han huido a nuestro país» o una amenaza solapada al afirmar «Desde Colombia se ha activado un aparato comunicacional de guerra en contra de Venezuela» o declaraciones que se acercan al insulto como cuando acusa que las «declaraciones de la Canciller Holguin, son un compendio de imprecisiones erráticas, falsedades y confesiones de Estado apoyando crímenes en la frontera».
Lo grave de esta forma de ejercer la diplomacia, es que una vez lanzado en su cuenta personal, no le queda el recurso de excusarse culpando a los medios alegando que han “sacado de contexto” lo afirmado por ella. Esta forma heterodoxa de representar al Estado, es más grave aún, cuando se ha incendiado la frontera en uno de los espacios fronterizos más dinámicos de América del Sur que es el eje Cúcuta-San Cristóbal, al que el gran intelectual Arturo Uslar Pietri había denominado «el tercer Estado» basado en la profunda integración humana y social de la región, hoy sacudida con una abrumadora persecución contra sus habitantes de ambos lados de la frontera.
Por ello, no es nada raro que por primera vez en 17 años sólo 4 países incondicionales votaran por Venezuela en la OEA, iniciándose de esa manera el fin de la solidaridad automática que había puesto en boga el Comandante Eterno y convirtiendo el ALBA en OCASO.