La SOLEDAD
Como octogenario que soy, y un posible candidato a vivir en soledad, que aun cuando actualmente no lo estoy, en el tiempo puede que sí tenga que vivir en tal condición. Saco el tema a relucir, dadas las noticias que veo y releo sobre el maltrato y abandono a las personas que llegan a esa edad por sus propios familiares donde ocurren casos tan dramáticos como hijos y familiares que abandonan a sus padres octogenarios a su suerte,quedando estos padres sin familia y sin sustento como para sobrevivir,quienesterminan por sufrir las consecuencias de la soledad absoluta. Si esta persona es incapacitada, peoraún.
Como toda persona informada conoce, la soledad en la vejez es una situación muy común y corriente en el mundo. Por tal motivo, en gran parte de las sociedades, existen instituciones públicas y privadas para albergar ancianos, para así contribuir con este sector de la población que por diversas circunstancias se queda solo y sin ayuda en la vida.
Ante la terrible situación que se vive hoy día, desde hace unos 20 años, en Venezuela, este problema pareciera que se ha multiplicado y estaría afectando cruelmentea todo un pueblo;con mayor crueldad eintensidad a niños y ancianos que viven sin protección y sin apoyo de parte de sus familiares y del Estado.
Por tal motivo he decidido escribir sobre el tema, de manera tal, que los amigos venezolanos y latinoamericanos que puedan leerlo, se informen, diserten, y piensen seriamente en como contribuir con su grano de arena, a mejorar tal situación en sus respectivos países.
Dado que no soy experto en el tema, hice una consulta en Internet, y encontré información escrita apropiada sobre la soledad, calificada con 4 estrellas, la cual comparto con ustedes a continuación. Cito SIC, Internet:
Consejos para evitar la soledad en las personas mayores
Uno de los grandes factores de riesgo que alteran la vida de nuestros mayores, y que sigue siendo muy desconocido, es la soledad. Una situación que puede provocar graves alteraciones en el bienestar de las personas afectadas y que se trata de un fenómeno cada vez más extendido. La soledad no deseada de las personas mayores tiene que abandonar su ostracismo actual para tratar de concienciar a la población en la necesidad de encontrar soluciones.
¿Qué quiere decir la soledad?
Desde hace varios años, con los cambios generacionales que han experimentado muchas sociedades desarrolladas, cambios caracterizados por un aumento de la esperanza de vida, se han ampliando notablemente las posibilidades de vivir en soledad. Ya que es mucho más frecuente encontrar a personas que están suficientemente capacitadas físicamente para no tener impedimentos que les obliguen a residir en centros especializadas, por falta de autonomía o enfermedad, y que, por lo tanto, están potencialmente destinadas a vivir solas.
Lo que a simple vista parece un avance notorio, debido a una mejora de los hábitos y calidad de vida, tiene otra interpretación. Estas personas pueden verse precipitadas a una vida en soledad (debido al fallecimiento de su pareja, por ejemplo). Situación que supone un cambio muy drástico de su vida y que puede desencadenar un sentimiento de frustración y falta de afecto alarmante. No se debe olvidar que el ser humano es un ser social, y estar destinado a no tener mayor compañía que uno mismo, puede ser la antesala a situaciones más complicadas, más dañinas.
Efectos en la salud
Y no se trata de un problema menor. Está situación denota un grave problema social que, además, puede desencadenar en un factor de riesgo para la salud de estos individuos. El sentimiento de aislamiento o soledad continuado en personas mayores, está asociado a diversas patologías que pueden provocar, incluso, una muerte prematura (mayor estrés, insomnio, depresión, etc.). Por lo que más allá de las consecuencias psicológicas claras de esta realidad, también existen connotaciones negativas para la salud física.
¿Cómo podemos evitarlo?
Esta situación que empuja a nuestros mayores a vivir en soledad, de forma no deseada, puede ser fácilmente erradicada. Algunos consejos pueden ser puestos en práctica, por parte de los familiares o amigos, para tratar de subsanar, rápidamente, la situación.
El principal antídoto es la compañía. No hay mejor manera de combatir la soledad en las personas mayores que con el apoyo de la familia o allegados. Organizarse entre todos los parientes y amigos para ir a ver a la abuelo o abuela, por ejemplo, a lo largo de la semana, es una manera sencilla de empezar a luchar contra este fenómeno.
Muy ligado con esto último, es tratar de acompañar a nuestros mayores en las comidas o cenas, aquellos momentos en que, estar solo, se puede hacer más latente y afectar en mayor medida. Por lo que intentar ir a comer con nuestro ser querido, una o dos veces por semana, debe ser una nueva rutina que impulsar en la familia.
Otro consejo, siempre que sea posible, es que durante los fines de semana llevar a casa a vuestros mayores en riesgo de soledad, para que estos puedan cambiar de ambiente y sentirse cerca de los suyos. Llevarlos a comer a casa los domingos, o a merendar los sábados, pequeños momentos que pueden significar un soplo de aire fresco y romper con la monotonía.
También será importante, para que no se sientan abandonados, buscar actividades o eventos para pasar un rato en compañía, lejos de la rutina: una obra de teatro, un paseo por la playa, etc. Momentos en familia que serán un oasis genial para todos, momentos para recordar.
¿El mejor consejo?
En definitiva, el mejor consejo para combatir la soledad en las personas es la compañía. Sentirse apoyado. Y si bien es cierto que debido a las situaciones personales (trabajo, familia, ocio, etc.) puede ser difícil encontrar un momento para estar junto a nuestros mayores de forma regular, hay otras alternativas.
Contratar un servicio de cuidados por horas o interno, como los que ofrece Wayalia, puede ser la mejor salida para satisfacer las necesidades de nuestros mayores de la manera más efectiva. Cerciorándose que estarán acompañados durante gran parte del día (o 24h) por cuidadores especializados, con todas las ventajas que eso conlleva (apoyo continuo, tranquilidad, etc.).
Si la familia no puede dar todo lo que se merece a un ser querido, es necesario recurrir a ayuda externa para lograr que estas carencias no repercutan negativamente en su salud y estado de ánimo. Para evitar la soledad no deseada de las personas mayores, con todos los efectos negativos que acarrea, el mejor consejo es acudir a la ayuda de profesionales. La mejor compañía y el mejor trato.
Nuestros mayores se merecen envejecer de la mejor manera: activamente y en compañía. No les dejes solos.” Fin de la cita.
Como vemos, la soledad se podría convertir en un gran problema social, que en el caso de Venezuela, me atrevería a asegurar que ya lo es, puesto que supongo que ya existe un grupo importante en el país y en el exterior que ya vive en parcialo completa soledad.
Ojalá, el grupo líder opositor dirigido por el ingeniero Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y presidente interino de Venezuela, se informe al respecto e incluya en su agenda, un punto de atención social relacionado al tema, que contribuya en la actualidad a aliviar en algo este sufrimiento en ese sector, lo cual está ocurriendo actualmente en toda Venezuela. La soledad de los viejitos.
Me tomo la libertad también, de hacer un llamado a la familia venezolana, en el sentido de que protejan a sus viejitos y no les abandonen a su suerte, puesto que aun cuando no exista obligación legal de hacerlo, existe el deber moral que acompaña a todo ser humano sensato que crea en el amor y en la solidaridad.
Precisamente, les confieso que tengo dos razones fundamentales por las que escribo frecuentemente, que por supuesto excluye al beneficio económico, puesto que lo hago gratis: 1) Mi grano de arena para contribuir con la salida del narco régimen de Venezuela. 2) Estar ocupado diariamente en esta tarea y otras colaterales, lo cual contribuye a que no perciba ni sienta la soledad, con tanto rigor, como la sienten otros. Claro que soy candidato a vivirla algún día, pero confío en Dios, en mi familia y en mis amigos y espero no sufrirla con tanto rigor, en caso de que la soledad se presente.“Amanecerá y veremos”.