La ruta está clara y debe seguirse
Vemos con preocupación cómo, en los días en que el presidente (E) Juan Guaidó estuvo fuera del territorio nacional, volvió a surgir el tema de las elecciones en Venezuela.
¿Con qué propósito personajes oscuros que no sabemos de dónde provienen (porque nos resistimos a creer que sean de oposición) vuelven a poner sobre la mesa un tema que en estos momentos debe, obligatoriamente, estar fuera de toda discusión?
¿Cómo volver a pensar en elecciones cuando seguimos con el mismo CNE, el mismo REP, las mismas anomalías en cada uno de los pasos de proceso electoral? ¿Con qué propósito se realizan encuestas que dan por ganador a sultano o a mengano, si no hemos depurado ese sistema electoral? ¿Es que acaso somos tan ingenuos todavía?
¿Cómo se atreven a pensar siquiera que Nicolás Maduro puede participar en un eventual proceso electoral en Venezuela cuando todos sabemos los delitos en los que están inmersos él y el grupo que mantiene secuestrado el poder en el país?
Foco. No podemos desviarnos de la ruta tan claramente delineada por el presidente Guaidó:
1. Cese de la usurpación
2. Gobierno de transición
3. Elecciones libres