La revolución demográfica
Cuando los jóvenes me preguntan cuáles serán los trabajos del futuro, mi respuesta –contrariamente a los actuales dictados de la industria del marketing– es muy simple: cualquier actividad relacionada con las personas mayores.
De hecho, un nuevo informe dado a conocer el 1 de octubre por la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que la población mundial está envejeciendo cada vez más rápidamente. La gente tiene menos hijos, la mortandad infantil se ha reducido drásticamente, y las personas en todo el mundo viven cada vez más.
A nivel mundial, el número de personas mayores de 60 años se duplicará para el año 2050. En América Latina, la población mayor de 60 años aumentará aún más rápidamente: se duplicará para el año 2025, según el estudio de la OMS.
El estudio, titulado Informe mundial sobre el envejecimiento y la salud, dice que mientras había 50 millones de personas mayores de 60 años en América Latina y el Caribe en el 2006, la cifra aumentará a 100 millones en 2025.
“América Latina es una de las regiones del mundo que está envejeciendo más rápidamente”, me dijo Enrique Vega, experto de la Organización Panamericana de la Salud, la oficina regional de la OMS.
Cuba, donde hay más muertes que nacimientos, será uno de los 10 países del mundo con la población más vieja en el 2050, según cifras de Naciones Unidas. La población de mayores de 60 años en Cuba crecerá del 7 por ciento en 1950 al 34 por ciento en el 2050.
En Brasil, el porcentaje de mayores de 60 aumentará del 5 por ciento en 1950 al 27 por ciento en 2050, y en México el aumento será del 7 por ciento a 24 por ciento en el mismo período. Esta revolución demográfica hará que muy pronto América Latina tenga el mismo problema que los países europeos: muy pocos trabajadores jóvenes para mantener a demasiados jubilados.
No es ninguna coincidencia que un artículo de la revista Forbes sobre los empleos del futuro dice que el trabajo más requerido en el 2020 en Estados Unidos será el de enfermeros, seguidos muy de cerca por los “asistentes de salud en el hogar”.
Aunque los robots y la automatización eliminarán muchos empleos actuales –un estudio de la Universidad de Oxford dice que hasta el 47 por ciento de los puestos de trabajo actuales no van a existir en dos décadas– los empleos relacionados con la salud que requieren un toque personal serán cada vez más necesitados. Entre otros, harán falta cada vez más trabajadoras sociales, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos y terapistas de todo tipo.
Las encuestas muestran que las personas mayores quieren cada vez más pasar los últimos años de su vida en su casa, lo que requerirá una legión de asistentes personales, desde entrenadores físicos, masajistas, y consejeros mentales hasta ayudantes financieros, para asistir a las personas a pagar sus cuentas y gestionar sus ahorros.
Nuevas industrias van a prosperar, desde el turismo médico hasta la arquitectura y el diseño de casas para gente mayor, con nuevos materiales, como pisos no resbaladizos.
Y la obsesión actual de las empresas por venderles productos a los jóvenes podría cambiar pronto, al menos en parte. Más empresas van a producir cosas como teclados de computadora con letras más grandes, o los controles remotos de televisión con cuatro botones, en lugar de decenas.
“En Estados Unidos, los mayores de 55 controlarán el 70 por ciento de todo el ingreso disponible en 2017”, dice el informe de la OMS. “En Francia, los mayores de 55 serán responsables de dos tercios de todo el aumento del consumo entre 2015 y 2030”.
Mi opinión: Los países tienen que empezar a prepararse para esta revolución demográfica. Y los jóvenes que están eligiendo una carrera, o pensando iniciar una empresa, tienen que pensar más allá de venderles únicamente a los veinteañeros. Como muestran las cifras de la OMS, el mundo está envejeciendo.