La realidad es más compleja que lo puramente electoral

La MUD ha anunciado al país que a pesar de las condiciones inconstitucionales para recaudar las firmas para el Referendo Revocatorio (RR), los venezolanos iremos el 26,27 y 28 de Octubre a recoger el 20% de las firmas para activar el RR este mismo año. Agrega el comunicado de la MUD: “No esperábamos otra cosa del CNE. Ya sabemos a quiénes nos enfrentamos y ya sabemos de lo que son capaces de hacer para obstaculizar el cambio” agrega además la MUD: “El referéndum revocatorio se hará este año…No aceptaremos nada que no cumpla con la Constitución, y si el gobierno ha optado por incumplirla y violarla, se encontrarán con un pueblo que los hará acatar la Constitución”

Vistas las cosas de esta manera, la solución sería bastante simple, es decir, basta con que se cumpla lo previsto en la Constitución pues el régimen estaría obligado constitucionalmente a aceptar los resultados. Pero resulta que esto es precisamente, lo que al régimen hasta ahora le ha importado un carajo, tal como lo ha venido demostrando desde hace ya bastante tiempo, pero principalmente desde de diciembre del 2015, luego de conocido los resultados de las elecciones parlamentarias del 6D. Entonces se nos ocurre dos preguntas; ¿Por qué sería distinto ahora?, ¿Hasta dónde seremos capaces de llegar para revertir la dramática situación de desamparo en que se encuentran hoy en día la mayoría de los venezolanos como resultado de la obcecación por el poder absoluto que ha llevado al régimen a cometer una especie de holocausto con la clase media y los sectores populares del país?

Venezuela era un país de gente alegre y sonriente y el chavismo lo ha transformado en un país de tristeza y lágrimas por los hijos que han tenido que emigrar en la búsqueda de una mejor calidad de vida que se le niega en su país. De nada sirve que nuestros muchachos hayan realizado un importante esfuerzo académico para aspirar a servir mejor a Venezuela y poder al mismo tiempo tener una mejor calidad de vida.

El discurso de odio que se emite desde el poder adornado conceptualmente con la acepción marxista de la lucha de clases,

lucha de clases donde los asalariados han perdido ante el Estado su derecho a la contratación colectiva, mientras paralelamente han desarrollado un lumpenproletariado asistido política y financieramente por el Estado para enfrentar a los trabajadores organizados, cuestión ésta que les ha servido además como coartada para adelantar proyectos de expropiación y confiscación de tierras y empresas productivas para desvalijarlas y destruirlas.

El comunicado de la MUD es muy claro cuando establece que: “Ya sabemos a quiénes nos enfrentamos y ya conocemos de lo que son capaces de hacer para obstaculizar el cambio”. Ciertamente nos enfrentamos a un régimen totalitario donde la división de poderes no existe, donde se controla la sociedad a través de la propaganda oficial, la censura de los medios de comunicación, la educación y se reprime con violencia a quienes opten por enfrentarlo para ello utilizan a los militares y a grupos de civiles armados (los colectivos).

No se nos escapa que al plantear esto posiblemente no estemos proyectando buenos augurios, pero prefiero decir como José Martí “Los pueblos han de tener una picota para quien les azuza a odios inútiles; y otra para quien no les dice a tiempo la verdad”.

Ante la situación de tragedia por la que atravesamos hoy los venezolanos, está prohibida la manipulación donde lo que predomina es la forma y no el fondo de los problemas. La ausencia de razón puede ser audaz, pero el delirio es fatal, es decir, a los venezolanos no podemos venderles delirios electorales, pues conocemos de las arbitrariedades de lo que son capaces para cambiar las realidades electorales. En 17 años han sido prolíferos en estos menesteres

Se me podría refutar que esto cambió a partir del 6D y que la agudización de la crisis económica hace irreversible esta tendencia electoral. De allí los obstáculos y las maniobras contra el RR. Si fuese la lógica de este razonamiento, sirva la siguiente cita de Henry Ramos Allup luego de conocido los resultados de las elecciones presidenciales del 2012. “No podemos superar las dificultades que tuvimos en las elecciones presidenciales, si no consultamos con detenimiento los resultados y los rectificamos. Si seguimos con ‘analgésicos numerológicos’ y no vemos la realidad de los resultados electorales no podemos emprender acciones correctivas para mejorar y conservar los logros que obtuvimos”

Parafraseando a Henry Ramos Allup, digo: que no podemos descansar únicamente en los analgésicos numerológicos de las encuestas que dan como derrotado en cualquier escenario electoral al chavismo-madurismo. Tenemos la necesidad de profundizar en el análisis para asimilar e interpretar la realidad geopolítica y geoestratégica donde se mueve el chavismo, para que a partir de acá podamos construir una política que vaya más allá de lo puramente electoral, de lo contrario en mi opinión, continuaremos empantanados políticamente.

Veamos lo que acaba de ocurrir en el Congreso de los EE.UU. con la invalidación del veto que emitió el Presidente Obama para frenar la ley que permitirá denunciar a Arabia Saudita por su supuesto papel en el 11S, situación ésta que atizara el conflicto en el Medio Oriente e inyectara mayor presión a la guerra de Siria. Mientras la situación de la crisis económica de la Comunidad Europea no pareciera tener una salida expedita y en Colombia el Presidente Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño Echeverri, alias “Timochenco”, acaban de firmar el acuerdo de paz que pone fin a 52 años de guerra, todo bajo el auspicio del Gobierno cubano.

“Creo que es una equivocación…Es un precedente peligroso y un ejemplo de por qué a veces tienes que hacer lo que es difícil, y me habría gustado que el Congreso hubiera hecho lo que es difícil”. Barak Obama