La paradoja del 19 de abril
Corría el siglo XVIII, escenario de una era que dio a luz a la ilustración y a la transformación evolutiva del orden social universal, pero que paradójicamente era un tiempo de acontecimientos bélicos, de las múltiples guerras europeas, de la Revolución francesa, de la Independencia de Estados Unidos y de las posteriores independencias de las colonias americanas.
A propósito de las gestas emancipadoras nuestras, en Venezuela, hace 214 años, el 19 de abril de 1810, de golpe sacaron al Capitán General Español Juan Vicente Emparan y lo sustituyeron por una “Junta
Conservadora de los Derechos del Rey Fernando VII” y de esa paradoja recalcitrante un año después nació nuestra patria libre.
En el mismo orden de ideas, otra paradoja del destino, nos devolvió de golpe al primitivismo político a partir de 1998 y más tarde a la presencia en nuestro territorio de fuerzas extranjeras ocupantes merced a la afinidad ideológica con nuestros gobernantes.
Así las cosas, en esta fecha patria, los venezolanos no tenemos nada que celebrar, antes por el contrario como nuestros antepasados, tenemos mucho porque luchar. En efecto, vivimos una hora menguada de nuestra soberanía, que esta vez reclama una gesta cívica cargada de sensatez histórica.
Ese desafío solo podremos lograrlo remando todos hacia el mismo destino que no es otro sino la restauración de la libertad para materializar la reinstalación de la República en una empresa como la del Cabildo de 1810, pero sin absurdos paradójicos y con claridad de pensamientos y unidad de propósitos.
De nuevo hay que romper las cadenas de la tragedia, mediante la conducción de un liderazgo colectivo horizontal despojado de mesianismos.
Convirtamos el próximo 28 de julio por la vía del voto, en otro 19 de abril, diciendo no al fantasma del Capitán General que deambula atado al hilo conductor de la paradoja bicentenaria que dio origen a nuestra nación.
Presidente Honorario Acción Democrática.
Abogado y Profesor Emérito
