La oportunidad acertada de hacer la República aquel 19 de abril
Transcurría 1808 en la Caracas del atraso colonial. Pero de inquietudes revolucionarias latentes en el pensamiento de una pléyade de individuos de la talla de Yanes, los Montilla, Roscio, Blanco, Ribas, Salias, Trimiño y Mujica, algunos de ellos fugados de prisión durante 6/1797, previo a la Conspiración de Gual y España por La Guaira y culmina en 7/1797, luego de su delación. La independencia de EEUU en 1776, y, quizá inducidos por los logros de la Revolución francesa (1789-1799), pues a consecuencia del motín de Aranjuez (18/03/1808) se produjo la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII, novedad que llega el 15/7 de aquel año al puerto de La Guaira a través del bergantín de guerra francés Le Serpent con los documentos (Estatuto) de Bayona y el anuncio de la situación política vigente para el momento, cuando se prohibía la entrada en Indias de la historia de América por W. Robertson (1721-1793), que es el recuento de la revolución americana.
“Carlos IV abdicaba a favor de su hijo Fernando VII y, de nuevo, a su vez, en Napoleón y este a favor de su hermano José Bonaparte (a) “pepe botella”y/ o “pepe plazuela” por sus hábitos alcohólicos, con lo cual se esfuma el vértice piramidal y desaparece en medio de todo este movimiento de cambio trascendente dentro del imperio, y le plantea a los hispanoamericanos la motivación perentoria de tomar decisiones puntuales, lo que ocurre súbitamente al reconocer a José Bonaparte como rey de España o declararse sometidos a unas juntas inexistentes que se habían formado en la península.
La actitud de las clases sociales no era tan uniforme, pues para los terratenientes criollos, y los llamados mantuanos era un momento digno de reflexión porque les ofrecía la posibilidad de realizar al fin aquel sueño de dirigir las riendas del poder; de ejercer su propia autoridad sin más funcionarios peninsulares y que los cabildos y funcionarios elegidos por estos fuesen los gobernadores locales, los presidentes o los que ejercieran la autoridad. Pero, sin riesgos. Paradójicamente, para la juventud francófila, de jóvenes que se habían ido formando al calor de las ideas novedosas, esta era la gran oportunidad para hacer la República, de realizarla, como EEUU en 1776 y Francia en 1789, de idealizarse. Y, es lo que ocurre ciertamente, la mañana de aquel Jueves Santo 19/4/1810, cuando hubo que dar ese paso en presencia de todas estas clases indecisas, de todas estas vacilaciones de grupos y tomar una medida ineludible. Están al umbral del siglo XIX, cuando hace crisis visible y notoria el orden público. Los hombres que aparecen en el escenario del palco de los cabildos, van a tener un influjo de trascendencia suprema en la vida republicana de Venezuela.