La Ofensiva de las Ardenas
En diciembre de 1944, Hitler, que estaba perdiendo la guerra en todos los frentes, asesorado por altos jefes militares, decidió lanzar una ofensiva a través de las Ardenas pensando que tendría el mismo éxito que tuvo en mayo de 1940 en el sudeste de Bélgica y el norte de Luxemburgo, que permitió la conquista de Bélgica y Francia. Esa ofensiva llamada en alemán “Ardennenoffensive” y en inglés “Battle of the Bulge” ha sido analizada a fondo en academias militares y fue objeto de una famosa película, del mismo nombre, en 1965, con célebres actores como Henry Fonda, Robert Ryan y Charles Bronson.
Con esa ofensiva, Hitler buscaba ocupar el puerto de Amberes, tan importante para las fuerzas aliadas como principal sitio de aprovisionamiento y, con ello, lograr un armisticio que le permitiera realizar todo su esfuerzo bélico en el frente oriental, contra las tropas soviéticas.
La ofensiva nazi, al principio, logró éxitos, sobre todo porque las tropas aliadas habían sido sorprendidas, no habían anticipado las acciones alemanas. Uno de los primeros éxitos fue la rendición de un batallón americano en Malmedy. Si bien las tropas tuvieron un éxito en esa ciudad belga, sin embargo, cometieron un grave crimen de guerra, al fusilar soldados americanos que se habían rendido. Por ese motivo, en juicio de Nuremberg fueron enjuiciados los oficiales que ordenaron e hicieron ejecutar los fusilamientos.
Las mismas tropas estuvieron a punto de tener un gran éxito ocupando las ciudades de Saint Vith y Bastogne, que les abrirían la ruta hacia Amberes. La feroz resistencia de las tropas americanas les impidió el éxito y la llegada de las divisiones del general Patton a esas ciudades fue el inicio de la derrota de los nazis. La Ardennenoffensive” de Hitler fracasó.
En tiempos actuales hay gobiernos totalitarios que, sabiendo que, poíticamente sienten están siendo derrotados en el frente nacional y el internacional, y quieren llegar, como Hitler a Amberes, al punto que impida esa derrota. En esa búsqueda se enfrentarían a la resistencia de demócratas como la de los soldados de Saint Vith y Bastogne y que, con la llegada, semejante a la de Patton, pero de una mujer, acabarían con la efímera ofensiva.