La OEA sobre Colombia y Venezuela
(1) La OEA no podía resolver nada mediante una reunión de Cancilleres, salvo inducir un diálogo entre Colombia y Venezuela. De ahí a una posible entrada solapada para lograr una solución “Fujimori” es campo para ciencia-ficción barata.
(2) A Colombia no le hubiera convenido la reunión de Cancilleres en la medida en que sea sólida su pretensión de acudir a instancias tribunalicias internacionales. (Le bastaba exponer dentro del Consejo Permanente de la OEA todo lo sucedido como consecuencia del cierre de la frontera.)
(3) A todos los países miembros de la OEA les interesa haber descubierto el voto que cada uno de los demas otorgó dentro del Consejo.
(4) Argentina y Brasil tienen una situación poco envidiable porque su voto hay que verlo como países miembros de la OEA pero también miembros de Mercorsur y de Unasur. Su proceder dentro de la OEA es diferente al que tengan dentro de los otros dos entes.
(5) Este caso pone de relieve la enorme importancia que tiene la OEA como foro más cómodo y más útil para el manejo de asuntos difíciles. Pero también vuelve a asomar la necesidad de que los países del Caribe se unan en una confederación porque es inaceptable que cada una de esas miniaturas tengan poder de voto individual igual al de los tradicionales países del hemisferio.
(6) Nótese que las abstenciones no pocas veces sirven para dejar la solución en otras manos (da lo mismo, cualquiera que sea) y a veces para quedar bien con dios y con el diablo. Si alguna importancia tiene la reunión del Consejo es hacer recordar la manera como votaron los miembros de la OEA:
A favor de Colombia: Costa Rica, El Salvador, EEUU, Guatemala, Guyana, Honduras, Jamaica, México, Paraguay, Perú, St. Lucía, Bahamas, Uruguay, Barbados, Canadá, Chile y Colombia.
En favor de Venezuela: Ecuador, Haití, Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
Se abstuvieron: St Kitts y Nevis, St Vincent y Grenadines, Suriname, Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda, Belice, Brasil, Argentina, Grenada, Panamá y República Dominicana.