La OEA septuagenaria
Eduardo Soto Alvarez
Hace setenta años, se estableció la Organización de Estados Americanos, integrada por 21 Estados Miembros y hoy tiene 35, con la progresiva incorporación de 12 estados caribeños angloparlantes, Surinam y Canadá. Su turbulento alumbramiento en Bogotá, presagia la controversia que vendría a ser consustancial a su existencia.
Al juzgar la actuación de una organización internacional, casi siempre se tiende a endilgarle todas las fallas de su actuación, pero se olvida que es un mero reflejo de las posiciones de los estados miembros, verdaderos responsables de lo que haga o deje de hacer el organismo.
Todas las organizaciones internacionales tienen imperfecciones, pero ese es el precio que se ha tenido que pagar por su existencia y siempre ha sido más fácil bloquear que aprobar decisiones. Tal es el caso de la Carta Democrática Interamericana y los chavistoides, demostrativo que muchas veces se funciona más de acuerdo a connivenciasde tipo crematístico, que de conformidad con el lenguaje paradigmático de sus cartas constitutivas.
Sin embargo, las organizaciones internacionales son insustituibles en la comunidad internacional e indispensables sobre todo para los países más débiles, no solo desde el punto de vista político, social o económico, sino en materia de cooperación e incluso para canalizar ayuda humanitaria, si no se lo impide algún régimen desalmado congraves tendencias genocidas.
Conviene recordar que Cuba fue expulsada de la OEA en 1962, pues se consideró que su identificación con el marxismo-leninismo y su alineamiento con el bloque comunista, eran incompatible con los propósitos y principios del sistema interamericano.
El devenir histórico se ha ido encargando de dar al traste con las ideologías de esa naturaleza.No obstante en 2009, cuando se despejó el camino para el retorno de Cuba a la OEA, el país no lo hizo, pues la reinserción no era automática y había que dialogar de conformidad con los propósitos y principios de la Organización, entre ellos la promoción de la democracia.
Los chavistoides también se empecinan en nadar a contra corriente de la historia. Hace un año que se inició el proceso para abandonar la OEA, lo que no tiene razón de ser, excepto por el influjo tutelar cubano, el cual pretende hacer ver que se está construyendo unnovedoso credo, cuando en verdad se trata de ir consolidando una infame plataforma, cuyos resultados más notorios hasta ahora han sido de tipo delincuencial.
Pero cada vez más son menos, quienes se tragan las patrañas del régimen, aunque algunos se vean forzados a seguir aparentando lo contrario.Vade retro Satanás.