La nochebuena debería ser de paz y reconciliación
Las navidades siempre ha sido, hasta ahora, una fecha fundamental para la inmensa mayoría de los venezolanos. Era la época para volver a reunirse en familia para preparar las hallacas y buscar los regalos para los seres queridos. Las celebraciones muchas veces eran excesivas, no sólo por la ingesta de alimentos muy condimentados, sino también, por ser un periodo especial, en el cual se solían tomar algunos tragos de más, esperando la cura y rehabilitación en el mes de enero.
Este año, las navidades no se parecen en nada a las anteriores, porque la crisis que atenaza a la mayoría de los venezolanos les impide regalar como hicieron en el pasado. Preparar las hallacas es una tarea complicada, no sólo por el alza vertiginosa de los precios de los ingredientes, sino también por la escasez de muchos de ellos. Y si hablamos de licores el tema se vuelve aún más inaccesible, porque hasta el tradicional ponche crema superó la barrera de los 10 mil bolívares, y no se hable ya ni del whisky ni de la champaña, incluso el ron local está ubicándose en la estratósfera.
Sin embargo, y a pesar de esos inconvenientes, las familias se reúnen y hacen lo que pueden para no renunciar a la celebración tradicional del nacimiento del niño Jesús. Mientras eso sea así no nos derrotarán los que no creen en nada ni en nadie, y que ya han hecho sufrir a demasiados con sus locuras e improvisaciones.
Pasaremos la nochebuena con esperanza de que el Año Nuevo acabará con la pesadilla que durante tantos años se ha empeñado en secuestrar nuestros sueños.
Todos los integrantes de la familia Analitica, queremos transmitirles un mensaje de fe y optimismo que ilumine a todos los hogares y los anime a seguir luchando en 2017 por un mejor futuro para todos y restablecer la democracia, que es lo que todos necesitamos para vivir en paz y armonía.
¡Felices fiestas!