La naciente universidad
Desde la colonia sólo existían en Venezuela dos universidades. La de Caracas y la de Mérida, pero el 29 de mayo de 1891 a través de un decreto del entonces presidente Raimundo Andueza Palacios, se eleva el Colegio Federal de Varones de Maracaibo, que funcionaba en la Sede de nuestro Convento, a Universidad del Estado del Zulia.
En ese Convento construido en 1623 por la Orden de los Franciscanos y que ocupó la manzana situada entre las antiguas calles Ciencias, Bolívar, Colón, y Vargas, cuando los marullos del Lago chapoteaban cerquita del Colegio, se fundó nuestra insigne Universidad del Zulia.
El Decreto de creación de la Universidad del Zulia fue firmado por el presidente de la República Raimundo Andueza Palacios y el ministro de Instrucción Pública Eduardo Blanco. Acompañaron aquellas rubricas las del presidente de la Cámara del Senado Vicente Amengual y el presidente de la Cámara de Diputados Jacinto Regino Pachano.
El acto de inauguración se realizó el 11 de septiembre de ese mismo año 1891. El Rector del Colegio Federal, Pedro Luengo, introdujo el acto y el discurso de orden lo pronunció Manuel Dagnino. Hubo poesía declamada por Udón Pérez y se leyó un soneto de Idelfonso Vázquez.
El Acta de Instalación, entre otros, fue firmada por los doctores Francisco Ochoa, Manuel Dagnino, Pedro Luengo, Francisco Rincón, Francisco Delgado, Rafael López Baralt, Raúl Cuenca, Candelario Oquendo. Asimismo firmaron los Bachilleres Clodomiro Rodríguez, Candelario Raggio, Carlos Rossell y Arturo Lares.
Francisco Ochoa, quien era profesor del Colegio Nacional de Maracaibo, fue su primer Rector. En el acto fundacional nuestro insigne Manuel Dagnino, en su discurso refiriéndose al futuro Rector, señaló: “El doctor Ochoa, que lleva en su corazón un tesoro de amor patrio, que ha sabido esparcir oportunamente en los monumentos e institutos de nuestra civilización, también sabrá sembrar en la Universidad de Maracaibo, semilla imperecedera del más acrisolado patriotismo”.
Siguió haciendo referencia hacia el Rector Fundador y dirigiéndose al resto de los ilustres Profesores miembros de la nueva institución, expresó: “Señores académicos: “La inteligencia y aptitudes del piloto han sido en todo tiempo seguridad en los rumbos de la nave, y en el presente caso, la universidad a cargo de tan experto marino, llevará viaje seguro y feliz, evitando las sirtes y los escollos de toda institución que principia”.
Por último, y como mensaje eterno para las generaciones futuras, señaló Dagnino: “La naciente universidad asegura a la juventud zuliana un foco perenne de intensa luz, según las medidas de sus facultades y será sombra en la inteligencia, pero luz indispensable en la voluntad y en la conciencia”