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La MUD frente al caso El Aissami
Al momento de escribir estas líneas, 8:00 am del martes 14 de febrero, han pasado doce horas desde que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos acusó formalmente a Tareck El Aissami de ser narcotraficante; sin embargo, en la cuenta oficial de Tuiter de la MUD (@UnidadVenezuela), no se ha escrito nada al respecto.
Este incomprensible silencio, ante una noticia de tanta envergadura, no es casual. La acusación contra el Vicepresidente desestabiliza la estrategia de la MUD, orientada únicamente a pedir elecciones regionales y recoger firmas para relegitimar los partidos; y ahora sus voceros no saben qué hacer.
Apenas la semana pasada, los diputados de la MUD que viajaron a Washington, Freddy Guevara, Armando Armas y José Gregorio Correa, pidieron a las autoridades norteamericanas “presionar al gobierno de Maduro, pero sin acorralarlo, para que no se atornille el poder” y expresaron que “el único camino para resolver los problemas de Venezuela es el diálogo”.
Las sanciones contra El Aissami no solo dejan a estos diputados en ridículo, sino que evidencian cuán fuera de la realidad se encuentran los dirigentes de la MUD. Definitivamente no es momento de pedir elecciones a un CNE vendido, sino de promover un cambio inmediato de gobierno, con el concurso del sector institucional de las Fuerzas Armadas.
El pasado 9 de enero, todos los parlamentarios opositores acordaron destituir a Nicolás Maduro por “abandono del cargo”; pero inmediatamente después se hicieron los locos, y comenzaron a hacer campaña para las gobernaciones. La acusación del Departamento del Tesoro contra El Aissami los obliga a abandonar sus pretensiones electoralistas, y a retomar la ruta de la destitución.
Esto demuestra que hace falta una nueva plataforma opositora, que aglutine a todas las fuerzas vivas del país, cuyo objetivo sea liberar a Venezuela del dominio cubano y del narcotráfico, por encima de intereses personales y partidistas.
@LuisSemprumH