La magia de los 100 años de Mago
El pasado sábado 22 de enero, el Círculo de Escritores de Venezuela honró con un hermoso homenaje a su fundador, expresidente y poeta Luis Beltrán Mago, quien una semana antes había cumplido 100 años. Edgar Vidaurre, el presidente del Círculo, hizo una entrañable presentación de Mago, quien, cuando le tocó el turno de hablar, se paseó por episodios de su vida, antes de deleitarnos con lecturas de sus poemas, unos conocidos y otros inéditos.
Nacido en Cumaná, el mar de su infancia es uno de los grandes protagonistas de sus poesías, como también lo fue para su paisano el poeta Cruz Salmerón Acosta.
A los 10 años quedó huérfano y fue criado por su madrina, quien sentenció, cuando le tocaba ir a la universidad “se va para Caracas porque si se queda aquí va a ser otro borrachín en una plaza”. Mago se doctoró en Ciencias Políticas y Sociales en la UCV y trabajó durante muchos años en la Fiscalía General de la Nación. Su obra poética es densa, prolífica y muy hermosa. Escucharlo recitar sus versos es, sencillamente, un privilegio.
Llegar a los 100 años como Luis Beltrán es una fortuna: mantiene intacta su curiosidad y su amor a la vida. Confesó que el vino lo ha acompañado siempre, porque siempre ha tenido o encontrado algo que celebrar. Su voluntad de vivir es a la vez una necesidad básica, una meta y un impulso.
En sus conocidas memorias sobre el Holocausto, Víctor Frankl, autor del libro “El hombre en busca de sentido”, asoció la voluntad de vivir con un propósito; utilizando las palabras de Nietzsche, afirmó que quien tiene un “por qué” para vivir, puede soportar casi cualquier “cómo”.
Luis Beltrán Mago es positivo, tiene fe en la vida, en las personas y constantemente busca nuevas experiencias. Es optimista, alegre y con ganas de involucrarse en el mundo que lo rodea. Su envejecer no ha sido una juventud perdida, sino una nueva etapa de enriquecimiento espiritual, oportunidades y fortaleza. En otras palabras, ha sido joven durante mucho tiempo. «Cuanto más vivo, más hermosa se vuelve la vida» dijo Frank Lloyd Wright, palabras que definen a la perfección a Luis Beltrán Mago.
En todo el mundo, llegar a los 100 años se considera una gesta. Pero llegar a los 100 años como Luis Beltrán Mago, sano, brillante, divertido, con proyectos para el futuro, es una proeza. En Okinawa, Japón, una región famosa por albergar las personas más longevas del mundo, los residentes son considerados niños hasta que cumplen 55 años. Tienen un ritual llamado “kajimaya” que no es otra cosa que anunciar el regreso a la juventud cuando las personas cumplen… 97 años. En la India, hay una bendición especial para quienes tocan los pies de los ancianos: «Que vivas cien años». En la tradición judía, cuando alguien cumple años se le dice: “¡Hasta los 120!” porque la Torá indica que Moisés vivió 120 años. Algunos italianos -para felicitar a los amigos en sus cumpleaños- les auguran «Cent’anni!», que significa «cien años» de vida feliz. Lo mismo dice la canción con la que los suecos cantan cumpleaños. En Polonia, Sto lat, la canción más popular de todas, también expresa un deseo de vivir cien años. En Grecia, desear feliz cumpleaños a alguien siempre termina con “να τα εκατοστήσεις” «que cumplas cien años».
Muchos escritores, filósofos y pensadores han escrito sobre la llegada a una edad avanzada: Henry Wadsworth Longfellow dijo: «La edad es una oportunidad no menos que la juventud misma, aunque con otro vestido: cuando el crepúsculo de la tarde se desvanece, el cielo se llena de estrellas, invisibles durante el día».
Luis Beltrán Mago ha triunfado sobre la vejez porque su mente y su corazón son jóvenes. Querido amigo, voy a felicitarte con una tradición de Sri Lanka: «puedes vivir 220 en lugar de 100».
@cjaimesb