La inviolabilidad de la Patria y el chantaje izquierdista
En la Asamblea Nacional de Francia así como en la subsiguiente Asamblea Nacional Constituyente de la Revolución (1789) los diputados extremistas se ubicaron en el lado izquierdo del hemiciclo. Los demás, vale decir la inmensa mayoría, ocupó las curules del centro y los monárquicos las del lado derecho. A partir de ese momento histórico no hubo movimiento social ni líder político preocupado por el bienestar colectivo, especialmente los demagogos, que no proclamara su izquierdismo. Rotularon con el anatema derechista (monárquicos) a todo el que sostuvo posturas tibias, menos agresivas, en el desenfreno revolucionario. Nadie quería ser derechista. El término aterrorizaba porque los sospechosos eran arrodillados ante la “justiciera” guillotina. De tiempo tan remoto campea el chantaje izquierdista.
A partir de 1917, con el derrocamiento del Zar Nicolás I, la masacre de zaristas y el predominio de los bolcheviques, el Partido Comunista secuestró el término “izquierda”. Lo usó a modo de dedo acusador de supuestos traidores a la Patria. Quienes no demostraron lealtad perruna a la nomenklatura, fueron señalados como “sospechosos” agentes del imperialismo, torturados, y suicidados con un balazo en la nuca o lanzados desde el décimo piso la Lubianka, edificio sede de la Policía Política (KGB).
Los comunistas con cacareado internacionalismo solidario, pisotearon con su bota militar países que rechazaban los mandamientos marxista-leninista, violaron patrias ajenas y los derechos de sus ciudadanos. Impusieron la segregación política y el chantaje ideológico que exportaron a países con gobiernos democráticos, blindados por la seguridad jurídica que dimana de la separación de poderes que garantiza el ejercicio de las libertades y los derechos a la vida, la salud, la educación, al trabajo, a la propiedad con la seguridad jurídica que dimana de la independencia de los poderes.
En Venezuela, la caída de los precios del petróleo desembocó en crisis financiera de tono menor y las medidas correctivas fueron rechazadas con saqueos, dirigidos por células comunistas y estimulados por la antipolítica, atrincherada en los centros vitales de la economía y dominio de los medios de comunicación; con el agregado de dos golpes de Estado frustrados dirigidos por el teniente-coronel Hugo Chávez Fría quien, a poco andar, la sinrazón colectiva lo hizo Presidente de la República y se dedicó a la destrucción política, económica, social y moral del país, obedeciendo mandatos de Fidel Castro y sus alabarderos sembrados en la FANB.
Como era previsible el modelo político-económico propuesto en el amarillento catecismo del leninismo-marxista, fracasó estruendosamente. Sin embargo, justo es reconocer importantes éxitos en la práctica del internacionalismo solidario. Los izquierdistas con Hugo Chávez Fría y Nicolás Maduro por delante, han pulverizado la formidable riqueza de la Nación con el robo de los dineros públicos, contabilizado en miles de millardos de dólares, en dádivas a países menesterosos y en especial a Cuba, con la donación de 100 mil b/d, retribuidos con votos en la OEA,UNASUR, MERCOSUR y la ONU. Pero ha pagado la factura con algo más. Ha enviado médicos chimbos, entrenadores de deporte, espías del G2 para controlar la nacionalidad (SAIME) y el Registro Público, con el agregado de entre 60 y 100 mil elementos de tropa acuñados en el aparato militar (la FANB).
Ahora bien, cuando estigmatizan a los líderes de la oposición calificándolos de derechistas (fascistas) por acudir ante gobernantes demócratas y organismos internacionales en demanda de la solidaridad democrática en esta hora trágica y mayor atención con acciones contundentes, incluidas las armadas, actúan como lo hizo Simón Bolívar, El Libertador. Motivó a británicos -ingleses, irlandeses y escoceses- para que vertieron su sangre por la libertad de Colombia, la grande, ocupada por tropas de la España imperial. Hoy, los socialistas del Siglo XXI, compran tropas y esbirros cubanos para “hoyar el sagrado suelo de la Patria”, torturar y asesinar a quienes luchan por liberarla del yugo narco-militar-comunista regentado por Nicolás Maduro.
