La Inteligencia Artificial y la advertencia de Elon Musk
El multimillonario y visionario tecnológico Elon Musk, en el Senado de los Estados Unidos calificó a la Inteligencia Artificial “generativa” como un arma de doble filo, y advirtió que debe regularse, pues podría convertirse en la mayor amenaza de la humanidad.
La industria de la Inteligencia Artificial (IA) está creciendo a un ritmo vertiginoso. Los países compiten para ganar la «carrera de la IA». El presidente ruso, Vladimir Putin, cree que la nación que salga victoriosa «gobernará el mundo». Las compañías están invirtiendo miles de millones de dólares para asegurarse la mayor cuota de mercado. Las simulaciones muestran que para 2030 cerca del 70% de las empresas habrán adoptado algún tipo de tecnología de IA. La razón es sencilla, ya sea para modelar el cambio climático, seleccionar candidatos para un puesto de trabajo o predecir si alguien va a cometer un delito, la IA puede sustituir a los humanos y tomar decisiones de forma más rápida, eficaz y económica.
Y no es la primera vez que Musk, o incluso Sam Altman (otro de los visionarios de esta tecnología, socio de Elon Musk en la empresa OpenAI, pionera de los llamados “chatbox” o sistemas de conversación digitales, en el cual un usuario puede literalmente “charlar” con una “máquina”, sistema digital o programa de computación de forma tan natural que pareciera que la interactuación fuera con una “persona real”) hacen declaraciones de este tipo.
Sin embargo, no es tan fácil una regulación de la llamada Inteligencia Artificial, pues ésta no tiene fronteras y su ámbito de aplicación es prácticamente ilimitado. Si bien habrán aplicaciones de Inteligencia Artificial susceptibles de regulación no todos lo son. ¿Es regulable el internet? ¿Se puede regular un “chatbox”? ¿Un programa de reconocimiento facial o de voz? ¿Hasta qué punto el desarrollo tecnológico y la carrera por la innovación en esta área puede avanzar de forma tal que no escape de la legislación? ¿Puede una regulación legal abarcar todos los aspectos de la Inteligencia Artificial? ¿Hasta qué punto este tipo de desarrollos tecnológicos son susceptibles de cumplir o burlar las normativas aplicables? ¿Tiene sentido regular la Inteligencia Artificial?
Estas interrogantes no pueden responderse con facilidad. En teoría, cualquier persona con un mínimo de conocimientos informáticos, puede crear Inteligencia Artificial. De igual modo, las corporaciones que se dedican a este tipo de desarrollos, son difíciles de encasillarlas en la carrera por la supremacía tecnológica. Por otro lado, no estamos hablando de comportamientos humanos que justifique una especie de “Código Civil” entre el usuario y la Inteligencia Artificial.
En este sentido, la Unión Europea está preparando la que se considera la primera Ley de Inteligencia Artificial. Otros países como China ya han aprobado legislaciones en este sentido y en Latinoamérica ya existen “papers” en México, Chile y Argentina. El 30 de octubre pasado, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden firmó una Orden Ejecutiva (Decreto Presidencial) sobre el desarrollo y uso confiable de la Inteligencia Artificial en aras de promover el desarrollo de esta tecnología de acuerdo a 8 principios rectores. Entre estos ocho principios se encuentran el que la Inteligencia Artificial debe ser segura; que el desarrollo y uso responsable de la Inteligencia Artificial requiere un compromiso de apoyar a los estadounidenses y que se deben proteger los intereses de los ciudadanos que utilizan, interactúan o compran cada vez más IA y productos habilitados para IA en su vida diaria.
En el caso de la Unión Europea, la prioridad del Parlamento Europeo es garantizar que los sistemas de IA sean seguros, transparentes, trazables, no discriminatorios, respetuosos con el medio ambiente y deben ser supervisados por personas en lugar de por la automatización, para evitar resultados perjudiciales. También quieren establecer una definición uniforme y tecnológicamente neutra (estandarización) que pueda aplicarse a futuros sistemas de IA.
Como vemos, si bien la tecnología basada en IA, si bien no es nueva, recientemente ha tenido un auge y un desarrollo excepcional, al punto que ya se está hablando de otra revolución que marcará un antes y un después en la civilización. ¿Tal vez la última? Esperemos que no.