La generación del 2018
Pareciera que los años que terminan en 8 han sido, en Venezuela, propicios al cambio. Basta recordar la importancia que tuvo en nuestro país la llamada generación del 28, lo mismo se podría decir, aunque en otra escala con la del 58. Pero ahora es indudable el peso que lleva en sus hombros y la esperanza que siembra en todos nosotros, la aguerrida y combativa generación del 2018, que tiene una de sus más hermosas expresiones en el congreso de juventudes que mostró a los mayores cómo podían coincidir en los propósitos y en la lucha. Jóvenes provenientes de diferentes partidos políticos que saben cómo poner de lado las ideologías vetustas, para enfrentar unidos el reto de rescatar a Venezuela.
Este movimiento, que tuvo una hermosa aparición pública en el evento celebrado hace un par de meses en la UCV, con la presencia de más de 3000 dirigentes juveniles, se está consolidando como una fuerza irresistible que confía en que se puede y se debe luchar, permaneciendo en el país para lograr un mejor futuro para todos.
Estos jóvenes no solo son o han sido estudiantes que plantean una visión refrescante sobre hacia dónde debe orientarse nuestro país, sino que saben superar las ideologías políticas que muchas veces han sido obstáculos para el entendimiento necesario para enfrentar exitosamente al régimen es auspicioso.
Lo más interesante de este movimiento es ver juntos a muchachos que forman parte de organizaciones políticas tan disímiles como Bandera Roja, chavismo democrático, Primero Justicia, Acción Democrática, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo, así como a independientes, hablar con una solo voz y un mismo mensaje incluyente.
El ejemplo de estos jóvenes se suma al que de otra manera están llevando a cabo, en muchas ciudades del país, las asociaciones de vecinos, que más bien deberían ser llamadas asociaciones de ciudadanos que buscan, de igual manera, impulsar el cambio de abajo hacia arriba, para que los dirigentes entiendan de una buena vez que sin unidad y sin protagonismos estériles es que lograremos vencer y superar la crisis que nos consume.
Estas iniciativas, así como tantas otras, como la lucha de las enfermeras y de otros gremios, requieren que todos nos movilicemos y contribuyamos con nuestro grano de arena al esfuerzo de reconquistar la democracia en nuestro país.