La fuerza de la solidaridad
Roberto Patiño
Este sábado 15 de septiembre más de 2.000 personas nos reunimos en el Encuentro Red Solidaria. Allí celebramos los logros en pro de la convivencia, en la lucha frente a la crisis, y por la articulación de diversos sectores sociales. Logros, producto del esfuerzo y compromiso de líderes locales y comunidades de todas las parroquias del Municipio Libertador y de Petare, enmarcados en el trabajo del movimiento Caracas mi Convive y Alimenta la Solidaridad, representantes de Lara, Táchira y Aragua, y de aliados y amigos.
Para nosotros fue un gran acontecimiento que mostró de forma contundente las voces y los rostros de un nuevo país. Uno que se cimenta sobre valores convivenciales que conforman nuestro lado más luminoso y que está surgiendo a contracorriente del caos y el colapso del modelo dictatorial de Nicolás Maduro.
Cada una de las personas que allí se reunieron tiene una historia de superación y esfuerzo que ha sido posible desde estos valores. Y cada uno, desde su ámbito particular, se ha convertido en agente de cambio no sólo en sus vidas, sino también en la vida de quienes lo rodean.
Esto se expresó en los testimonios de líderes como Gabriela Vega – La Negra- que asumió el proyecto de Alimenta la Solidaridad, organizándose junto con otras madres para poder alimentar a los niños de su comunidad en el comedor de San Miguel de La Vega. De Winston Morales de La Hoyada, en el mismo sector, que se ha vinculado a proyectos junto a sus vecinos promoviendo la participación conjunta por encima de diferencias ideológicas o partidistas. De Jonderwin Zambrano, líder deportivo de Propatria, que ha convertido en su proyecto de vida el liderazgo por el bien y el desarrollo común en su comunidad.
Todas estas vivencias de superación, de encuentro, de articulación y de reconocimiento, nos mostraron las diversas formas en las que la realidad se está rebelando por encima de las dificultades y problemas, en contra de la exclusión, la subyugación y el fratricidio promovidos desde el régimen.
El sábado vimos el alcance que ha logrado el esfuerzo de articulación que hemos venido construyendo en las comunidades del Municipio Libertador y en otros sectores de Caracas y el país. De igual importancia escuchamos a amigos y aliados cuyo trabajo en otros ámbitos de la sociedad están contribuyendo también a esa gran articulación nacional por la que estamos trabajando.
Ana Rosario Contreras, líder del movimiento de las enfermeras, Rafaela Requesens, Marino Alvarado de Provea, el Padre Alfredo Infante de Fe y Alegría, Diana Vegas de CESAP, Andrés Chola, concejal de Petare, el embajador de Francia Romain Nadal, Claudia Valladares de Impact Hub, entre otros, participaron con palabras que demostraron la enorme sintonía que se está produciendo en los diversos sectores sociales para sumar esfuerzos y construir entre todos, un proyecto compartido de país, inclusivo, democrático y de progreso.
Las palabras de Ana Rosario Contreras fueron particularmente emotivas, llamándonos a no abandonar la lucha por el cambio y a reforzar el compromiso con las personas y el país. De igual forma, Rafaela Requesens resaltó el aliento y la esperanza en el testimonio de unas de nuestras líderes más jóvenes, Yetsileth, cuando momentos antes habló de su intención de construir su futuro en el país, a pesar de las dificultades y adversidades, desde los valores de la convivencia.
En este sentido, lo sucedido este sábado es el reconocimiento de la solidaridad como una verdadera fuerza de cambio. Una herramienta que nos permite una articulación real y la generación de acciones e iniciativas que incidan positiva y significativamente en la realidad. Con capacidad para iniciar transformaciones a partir formas novedosas de acción social y política.
Afirmamos que el ejercicio activo de la solidaridad podrá lograr una articulación nacional, que nos permita no sólo enfrentar la crisis sino lograr condiciones de cambio al actual régimen que la promueve y la aprovecha. El sábado fuimos todos testigos de esta fuerza, con rostros y voces que dan fe de esa esperanza verdadera de cambio.