La Espada de Damocles
En la cultura griega antigua es conocido el personaje Damocles, uno de los grandes aduladores de Dionisio el tirano de Siracusa, quien después de una espléndida cena, había hecho bajar del techo a una espada sostenida por un delgado hilo, que pendía sobre su cabeza.
Horacio, en uno de sus poemas, se refiere a Damocles y su espada, a saber, en la oda 1 del libro III, dice:
«Para aquel que ve una espada desenvainada sobre su impía cabeza, los festines de Sicilia, con su refinamiento, no tendrán dulce sabor, y el canto de los pájaros, y los acordes de la cítara, no le devolverán el sueño, el dulce sueño que no desdeña las humildes viviendas de los campesinos ni una umbrosa ribera ni las enramadas de Tempe acariciada por los céfiros».
Con una espada que pende sobre la cabeza, sostenida por frágil hilo, hay que tener cuidado de no hacer nada que haga reventar el hilo, ya que se podría perforar el cráneo, causando la muerte.
En el Diccionario del Uso del Idioma Español de María Moliner, la referencia a la espada de Damocles, de la siguiente manera: “Peligro que está amenazando a alguien de manera continua”.
En la época contemporánea hay dictadores sobre cuyas cabezas pende una espada de Damocles. En Venezuela, si tenemos al pueblo como Dionisio y a Maduro como Damocles, el pueblo venezolano le ha tendido una espada a ese tirano, quien debe cuidarse de seguir cometiendo crímenes de lesa humanidad, porque se va a reventar el frágil hilo que lo mantiene en el poder, sacándolo del mismo.