La energía por el cambio debe ser transformada en elecciones
Por Pedro Perez B
En Venezuela se siente una energía por un cambio. Este contundente mensaje lo envía una vanguardia compuesta, aunque no exclusivamente, por miembros de las nuevas generaciones. Es decir, gritos de cambio voceados por los jóvenes y los no tan jóvenes, los que seguimos aquí y muchos que se fueron.
En paralelo hay otra energía que se viene afianzando, entre las masas y en el ciudadano de a pie, la de hastío e ira que es muy poderosa, ambas se coinciden en un mismo sentido, cambiar al Gobierno de Nicolás Maduro y traer un nuevo modelo político y económico a Venezuela.
Hay una verdadera añoranza de cambio. Estas energías de cambio se confrontan con una minoría enquistada en el poder y en la corrupción, quienes tienen un discurso hueco que no se puede subestimar, pues están en una lucha por su sobrevivencia y tienen el poder de las armas y la violencia.
La única oportunidad que tienen los actores de poder es que el desespero les haga perder el norte, ese es ahora el objetivo central para la oposición venezolana. ¿Cómo lo hará?, pues logrando un cronograma electoral.
El Gobierno de Nicolás Maduro añora que la oposición tome las armas y busque un cambio brusco. Son momentos de emociones fuertes, pero el éxito solo lo garantizara la astucia de los líderes políticos, quienes deben canalizar esas energías de cambio que refuerzan nuestra convicción y esperanza y convertirlas en un proceso democrático y electoral.