La Comunicación (4)
Debemos evitar tomarnos lo que nos dicen en forma personal. Debemos evitar pensar que todo lo que ocurre alrededor nuestro tiene que ver con nosotros. No somos el centro del universo, aunque nuestra vida sí sea importante tanto para nosotros como para aquellos a quienes afectamos directa o indirectamente.
Abrí un video de dibujos animados que me mandó un amigo por Whatsapp y me hizo gracia. Se trataba de una señora que iba en una moto por una carretera. La señora estaba un poco pasada de kilos. Un caballero que se encontraba al costado de la carretera gritó cuando ella pasaba: “Cuidado con la vaca!”. La señora, al escuchar esto, volteó para gritarle: “Más gorda será su madre!¨. Mientras le gritaba esto en respuesta a lo que consideraba una ofensa, la moto que manejaba chocó contra una vaca que se encontraba en el medio del camino y que ella, al voltearse, no había podido ver. Me pareció genial el video. Podía servirme como un buen ejemplo cuando hiciera mi próxima presentación sobre “La Comunicación”. Lo utilicé en una presentación para adultos y en otra para adolescentes. El mensaje llegó en forma clara y dio pie a varios comentarios.
La pobre señora se había tomado la exclamación del señor como una ofensa hacia ella…como un insulto. Había reaccionado automáticamente a la defensiva y de ahí había pasado a la ofensiva. Al hacerlo, había sido incapaz de permitirse pensar que podía haber otra razón que justificara lo que el señor le estaba diciendo. Nunca llegó a pensar la señora que el señor estuviera tratando de ayudarla o de advertirle algún peligro. Por otra parte, el señor hubiera podido ser más explícito al hacer su advertencia y tal vez así se hubiera evitado el accidente.
Mantengamos nuestros sentidos abiertos. Entendamos que puede haber diferentes interpretaciones para lo que ocurre y que nuestra percepción puede fallar. Preguntemos, indaguemos y clarifiquemos antes de llegar a nuestras conclusiones. Hablemos en forma clara, concisa y transparente.
¡Prendamos una vela y pasemos la luz!