La Bandera de Estados Unidos flamea en La Habana
La prensa mundial destaca en términos similares la noticia de este mes de Agosto del 2015: “La bandera de Estados Unidos ya flamea en La Habana”. Este hecho constituye un paso histórico, ya que después de medio siglo de enfrentamientos entre los Estados Unidos y Cuba, ambos países han optado por normalizar sus relaciones diplomáticas y el restablecimiento de sus respectivas Embajadas en Washington y en La Habana. Para llegar a este punto, vimos como durante meses ambas partes han venido negociando paso a paso temas de difícil solución, con profesionalismo, perseverancia y sentido de responsabilidad, sin dejar de mantener sus posiciones ideológicas respectivas pero optando por usar un lenguaje apropiado.
La mayor dificultad para ambos Gobiernos, consistirá ahora, convencer a los sectores que tradicionalmente se han opuesto a que se normalicen las relaciones. Para el Presidente Obama y para el Canciller Kerry el mayor obstáculo será convencer a sus propios parlamentarios a derogar leyes que mantenían el aislamiento del régimen Castro-Comunista basándose en la crítica a un régimen contrario a las libertades y en permanente violación de los Derechos Humanos en la isla, muchos de cuyos ciudadanos tienen un papel preponderante desde su exilio en Miami y otras ciudades del Norte. A su vez, para Raúl Castro y el Canciller Bruno Rodriguez, su mayor obstáculo será convencer a sus dirigentes más radicales y a países aliados, que han visto a Cuba como un modelo en la confrontación contra el “imperialismo yankee”
La dificultad para poder adelantar los pasos hacia la normalización, la reconoció el propio Secretario de Estado John Kerry en su Conferencia de Prensa conjunta con el Canciller Bruno Rodriguez en La Habana en el momento de izar la bandera norteamericana en la sede diplomática al afirmar que “los gobiernos estadounidense y cubano hemos acordado no solo limitarnos a hablar de las relaciones diplomáticas, sino tomar los pasos para que esta relación madure”.
En este mismo contexto debe verse la próxima visita del Papa Francisco a Cuba entre el 19 y 22 de Septiembre para luego continuar su viaje a los Estados Unidos donde permanecerá hasta el 28 de septiembre. Es indudable que en ambos países la Misión del Papa Latinoamericano es de una gran trascendencia apostólica en la que escucharemos el mensaje de la Doctrina Social de la Iglesia, pero también será difícil dejar de lado el papel protagónico que cumplió la diplomacia vaticana para lograr el encuentro bilateral de los dos archi-enemigos, a quienes visitará en el mismo periplo. La alocución del Papa Francisco en las Naciones Unidas, confirma el deseo de plasmar el mensaje a nivel planetario.
También es importante destacar los avances que Cuba ha venido teniendo en el contexto de las relaciones con la Unión Europea, que en los últimos meses ha venido adelantando nuevos caminos. Estos cambios han entusiasmado a los ciudadanos del mundo, pero en especial a los Cubanos que están en el país, esperando que el giro de las nuevas relaciones les permita iniciar un cambio similar al que se vivió en la Europa del Este con la transformación iniciada por Mihail Gorbachov con la Glasnost, marcando el fin de la cortina de hierro que derrumbó en muy poco tiempo regímenes del socialismo del Siglo XX que se presentaban como irreversibles. El tiempo nos dará la respuesta