Kirov y Odreman, el inicio de la purga
En toda confrontación de ideas la palabra adversario, opositor o revisionista del pensamiento se acepta como algo natural. Es tal su permisividad social que la carta magna contempla los partidos políticos y garantiza el derecho a disentir.
La muerte del ex sargento de la Policía Metropolitana José Miguel Odreman en manos de agrupaciones policiales del estado, se presume haber sido dirigido desde el alto gobierno. Ello nos hace recordar el deceso violento de Serguei Kirov Jefe del Soviet del partido Comunista de Petrogrado en Rusia, hecho acontecido en la década de los treinta en el siglo pasado. Para ese momento Josef Stalin conduce los destinos de la Unión Soviética lo cual ejerció con mano férrea desde la muerte de Lenin hasta el cincuenta y cuatro cuando muere. Stalin culpa a Zinoviev y Kamenev miembros del Soviet Supremo del atentado de su delfín y los saca a Siberia.
José Odreman, por su parte, coordina el movimiento “Juan Montoya” el cual esta conformado por cerca de 100 organizaciones de base denominados colectivos. Contó con el apoyo de Hugo Chávez para llevar adelante en cada cuadra grupos ciudadanos y como en Cuba se convertirían en los ojos y oídos del régimen en urbanizaciones y barrios del país; “chivatos” en la isla del Caribe,”sapos” en la patria suramericana.
El entonces Ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez, respalda la tesis oficial; el coordinador del “Juan Montoya” cae abatido junto a un grupo de secuaces al oponerse ser detenido. El cabecilla, dice la fuente judicial, estaba supuestamente incurso en hechos delictivos los cuales ejecutaba utilizando como fachada dicha junta.
No hay duda que el fallecimiento de Odreman deja al descubierto las diferencias existentes en el cargo bolivariano, donde la unidad en torno a Nicolás Maduro queda demostrado es un cuento.
La existencia de tales cofradías en descripción proselitista del mundo no es nueva. En la Unión Soviética se convierte en el fundamento del poder con la hegemonía de Stalin. Su accionar constituyó una escuela que ha inspirado a gobernantes y logrado varios de estos permanecer por largo tiempo en el poder. En cuanto a purgas, eliminó varias veces a las autoridades del Buro Supremo desde el poderoso León Trotski y Nicolai Bujarin. Sin ir mas allá y por la cercanía, Papa Doc Duvalier en Haití y Fidel Castro en Cuba siguieron casi al pié de la letra tales ordenamientos.
Es oportuno acotar, tales instrucciones violatorias de los derechos humanos fueron modernizadas por el tercer Reich de Adolf Hitler. El asalto al Congreso Alemán es una muestra ejemplarizante.
Fidel y Raúl Castro crean una versión tropical de los métodos siberianos y del Fuhrer prusiano, ofertándolos por dinero a los desalmados extremistas latinos. Mediante la implementación de corruptelas a grupos de opinión como planes policiales de exterminio, las actuaciones tienen como finalidad el sometimiento del pueblo aunque para ello sea necesario hacerlos pasar hambre y calamidades. En este proceder la mentira es un arma poderosa.
El general Miguel Rodríguez Torres, jefe de la inteligencia policial, corre la misma suerte que Yeshovel subsecretario del interior al ser destituidos ambos sin gloria en sus funciones. Yeshovel se lleva a la vida eterna la nada honrosa condecoración de haber removido cerca de cuatrocientos mil rusos de sus hogares para nadie verlos regresar a la ciudad o pueblo de origen. Expatriados o muertos fue su destino final. Por Rodríguez hablan las muertes cotidianas del hampa.
Cuando escuchamos la nota audiovisual en la cual Odreman responsabiliza a Rodríguez Torres de lo que le acontezca, nos acoge un sentimiento de duda. El propio gobierno propiciaría la muerte de José Odreman para salir de Rodríguez Torres, o por el contrario el militar asegura por diferencias con el “Juan Montoya” no dar a conocer impartidas órdenes inconvenientes. El General en jefe del ejército utilizó los colectivos como colaboradores del orden publico en apoyo a la Guardia Nacional Bolivariana para el sometimiento físico a sangre y fuego de quienes protestaron legalmente en las calles y avenidas desde febrero. Las consecuencias fueron una masacre con el visto bueno del hombre de armas.
Nicolás Maduro necesita de estos cuyos coordinadores han sido formados estratégicamente en Vietnam, Cuba e Irán, como escudo protector de su debilitado gobierno. La cesantía del soldado y designación del radical Freddy Bernal, ex miembro metropolitano como Odreman, al frente de una comisión presidencial para reestructurar los cuerpos policiales hace presumir que la purga de comando recién se inicia, como en la palaciega ciudad rusa de Saint Petersburg en 1,932.
En una Venezuela centenariamente rica hoy saqueada por los administradores comunistas y sus aliados cualquier cosa puede acontecer, al fin al cabo es una nación manejada por un presidente que carece de partida de nacimiento quien le tocó suceder a un mandatario sin documento de defunción.