Ha llegado a mis manos un artículo publicado por el escritor Alfredo Boccia, tal vez uno de los más virtuosos y honestos periodistas que existe en la actualidad en el Paraguay y basta leer el título del articulo para saber quién es Judas. El titulo expresa “Y se dicen amigos de Pecci”. (https://www.ultimahora.com/y-se-dicen-amigos-pecci-n3034458.html)
Para investigar la autoría moral de un crimen se deben hacer algunas preguntas tales como: “a quién beneficia?”, “si quién puede dilucidarlo, actuó normalmente?”, “quién trata de desviar la atención?, “quién derramo lágrimas de cocodrilo?
Con todas esas interrogantes, la flecha apunta hacia el sur no hacia Colombia, es decir hacia el Paraguay.
En efecto, es posible que quiénes se dicen ser amigos, dueños y Señores del Ministerio Público, capaces en algunos casos hasta de atacar al filo de la ley contra quienes sea sus enemigos, no hayan instalado una feroz investigación.
Hace un tiempo ante la consulta de Colombia los fiscales paraguayos incluidos Sandra Quiñonez balbuceaban diciendo: “si había carpeta, pero no era de investigación” o “no había carpeta” o “que si pero que no”, pero lo único que está cierto es que no hay nada concreto y útil a la causa.
Acaso no ameritaba realizar un inventario total de los casos en que Pecci puso su interés.
Acaso no ameritaba desmenuzar todos esos casos analizados por Marcelo Daniel Pecci Albertini, ver a quien tocaba o a quien le podría tocar en un futuro.
No creo que algunos de los afectados directos por una causa de Pecci sea el autor moral, pues si lo fuera sería un mero acto de venganza sin aportar solución alguna.
Ahora bien, a quienes habrían molestado o hacia donde apuntaba Marcelo Daniel Pecci Albertini, por ahí debe ir la investigación y lo llamativo es que quienes sí podrían hacer la investigación no lo hicieron, eso es grave, muy grave. Todas estas maniobras y turbias políticas de seguridad ocurren bajo el mandato de Mario Abdo Benítez y del Ministro Federico Alberto González Franco; donde la gestión escandalosa de ellos en Asunción, ha triunfado sobre la austeridad, la honestidad y el respeto para los sectores más vulnerables. Se muestran impolutos, con discurso victorioso en una sociedad que es incapaz de combatir su pobreza; los actuales gobernantes han degradado la educación pública, salud y alientan la tortura psicológica en contra de los jóvenes paraguayos, alumnos en el LICEMIL Liceo Militar «Acosta Ñu»COMISOE y otras instituciones militares. Lo más grave y tempestuoso es que el Presidente Mario Abdo Benítez, recibirá con alfombra roja, en el Palacio de López, al Comandante del LICEMIL, Cnel. DCEM CARLOS RAFAEL MARTÍNEZ BOGADO, para ascenderlo en el grado de General, al torturador en jefe de las FFAA – Paraguay.
La cuestión no termina ahí, pues esos esbirros o mequetrefes que actúan de fiscales y de ministros no son los suficientemente inteligentes para tamaña perversidad, pero a quiénes ayudan?
El ministerio público, ministerio del interior, el poder judicial y el 𝐉𝐔𝐑𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐄𝐍𝐉𝐔𝐈𝐂𝐈𝐀𝐌𝐈𝐄𝐍𝐓𝐎 𝐃𝐄 𝐌𝐀𝐆𝐈𝐒𝐓𝐑𝐀𝐃𝐎𝐒 (JEM) componen la organización criminal más grande que uno se pudiera imaginar con tentáculos en el legislativo, ejecutivo y hasta nivel internacional con gobiernos amigos de ellos, no del Paraguay ni de Pecci.
El apuro de la fiscalía Paraguaya de derivar toda la investigación a Colombia o tratar de presentar los hechos ya como un triunfo de la investigación para que ahí se detenga no es nada honesto y sólo ilustra la idea de “Cerrar el caso lo antes Posible.”
Todos los asesinatos por encargo de abogados, jueces, fiscales, policías etc. relacionados con procesos judiciales tienen un denominador común y no es otro que la gente que está en el poder. Cuando quien puede encontrar el botín robado no lo hace es porque el botín le pertenece a los suyos.
El presidente salvadoreño dijo que: “cuando un gobierno no combate eficientemente la criminalidad, no es porque no tenga capacidad de hacerlo sino porque los cómplices de los criminales son los que están en el gobierno”
En otro artículo del Magistral Alfredo Boccia, opinando acerca de la intervención del gobierno americano en casos de corrupción en el Paraguay expresa: “es un espanto que la justicia sea impuesta por un estado extranjero. Pero es más espantoso que, sin esa intromisión, Jorge Bogarín hubiera seguido mostrando su cara de impune felicidad” (refiriéndose a los EE. UU. en el caso Jorge Bogarin)
Ojala la recompensa ofrecida por los Estados Unidos ayude a dilucidar el caso Pecci y dar efectivamente con la rosca que lo asesinó.
A continuación, trascribimos el link porque deben formar parte de la investigación acerca de la autoría moral del asesinato de Pecci: https://www.ultimahora.com/aparicion-breve-auge-y-caida-bogarin-n3054516.html
Ahora bien, no se espere en absoluto un análisis serio en el Paraguay para tratar de saber “a quien hubiera molestado Pecci después del caso A Ultranza. ¿Quién es el que se sentía próximamente investigado?
Ojala la Fiscalía Colombiana o la Embajada Americana impulsen un análisis para determinar a donde o a quien podría haber ido a investigar Pecci si no moría.
Dije que era importante saber a quién beneficiaria el crimen pero me corrijo y diría a quien hubiera perjudicado Pecci de haber continuado en la fiscalía?
El método del HAMPA es primero detener al mensajero, luego buscar su apartamiento o remoción, hacerle desistir vía el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) etc. y finalmente el crimen si no logran detener en su investigación.
Hay ministros de Corte tan corruptos y arbitrarios como Jorge Bogarin, hay fiscales tan cómplices y arbitrarios que merecen una columna especial y lo más importante es hacer el mapa general de la gente del gobierno, y de las Fuerzas Armadas del Paraguay, clasificarlos de acuerdo a quienes responden y cuáles son los ilícitos que apañan y así se irá mejorando de a poco la justicia en el Paraguay.