Joe Biden, el regreso a los Acuerdo de Paris sobre el calentamiento global

El controvertido expresidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, no solo se convirtió en enemigo del libre comercio, sino que se opuso a las acciones internacionales para detener el calentamiento global y sacó a su país de los Acuerdo de Paris, por considerarlos una invención de China para apropiarse de sus mercados; las decisiones del expresidente estadounidense distanciaron a su país de sus socios y dejaron el espacio libre para que China asumiera el liderazgo en la defensa del libre comercio y los países europeos de la lucha contra el calentamiento global.

Hoy los Estados Unidos enfrenta el doble desafío de la ambición y la credibilidad en el mundo, en medio de la pandemia por el COVID-19, que ha profundizado la crisis económica iniciada en 2009, pasando por la crisis de la deuda soberana de los países desarrollados. Este viernes pasado, los Estados Unidos volvieron oficialmente a los Acuerdo de París sobre el calentamiento global. No obstante, el presidente Joe Biden tiene el enorme reto de restablecer las relaciones de su país con sus socios y ganarse la credibilidad internacional perdida con Trump, de hacerse oír por la comunidad internacional y recuperar el liderazgo mundial en el tema del cambio climático y el libre comercio.

No olvidemos que, el mismo día de su llegada a la Casa Blanca, el presidente Joe Biden firmó una serie de decretos destinados a confirmar su compromiso con la defensa del medio ambiente, uno de los cuales selló el regreso de Estados Unidos a los Acuerdos de Paris. Luego de más de tres años de haber abandonado los Acuerdos de Paris, los Estados Unidos vuelven a la razón y han reafirmado sus compromisos en la lucha contra el calentamiento del planeta este viernes.

Se trata de un regreso de la razón a la Casa Blanca, del regreso de los demócratas al gobierno de los Estados Unidos y la vuelta al sentido común en un tema que compete a toda la humanidad; tema que había sido uno de los ejes de la campaña de Joe Biden y que, desde su llegada al poder, no ha dejado de defender y trabajar en pro de volver a colocar a su país al frente de la lucha contra el cambio climático.

Recordemos que, el 20 de enero pasado, día de su toma de posesión, el presidente Joe Biden, además de decretar el regreso de Washington a la mesa de negociaciones sobre el calentamiento global, firmó otro decreto para invalidar el proyecto Keystone XL, un gigantesco oleoducto dedicado al transporte de 830 mil barriles de petróleo, entre las refinerías de Canadá y el Golfo de México, proyecto al cual se han opuesto las comunidades indígenas por donde atravesaría el oleoducto; además, el presidente Joe Biden decretó una moratoria temporal sobre las ventas de parcelas destinadas a proyectos de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico en Alaska.

Hoy en muchas partes del mundo, las personas se preguntan ¿Qué pasará más allá de estos anuncios simbólicos, que supuestamente están marcando el regreso de Estados Unidos a la nueva geopolítica internacional? Sin duda alguna, las respuestas podrían escucharse el próximo 22 de abril, el “Día de la Tierra”, y en medio de la cumbre climática de líderes mundiales organizada por Washington; para entonces, el presidente Joe Biden habrá entregado los detalles de la nueva contribución nacional voluntaria a la ONU, para contribuir a la lucha contra el calentamiento global.

El objetivo de la neutralidad de carbono para 2050, anunciado por el presidente Joe Biden durante su campaña, requiere de la concreción de acciones para posicionar a su país de nuevo, a la cabeza de la lucha contra el calentamiento global; si no lo hace sólo abonará al descredito ganado por el expresidente Donald Trump, quien se opuso a todas las acciones para detener el calentamiento de la atmósfera de nuestro planeta; para lo cual deberá llevar sus promesas a leyes y no a decretos, que pueden ser eliminados en una alternancia republicana en la presidencia, aprovechando que los demócratas hoy son mayoría en el Congreso.

Una buena noticia para la humanidad, de uno de los tres principales países más contaminantes del mundo, es que se ha iniciado la transición energética en los Estados Unidos, al formarse un grupo de trabajo sobre el clima dentro de la Casa Blanca. Una estructura encabezada por la muy Gina McCarthy, exadministradora de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), adscrita directamente al gabinete de Joe Biden; en tanto que, el exsecretario de Estado John Kerry ha sido nombrado enviado especial a la lucha contra el calentamiento global. Buenas noticias para la humanidad que perdieron la esperanza con Donald Trump.