Iván Mikolji: Humboldt en los Raudales de Atures
Mikolji explorador y fotógrafo que ha recorrido el Amazonas, Guayana, Apure y zonas paradisíacas de Colombia como Caños Cristales. Vivencias que están atesorado en portafolios fotográficos y una selección de ellas recientemente fue expuesta en la prestigiosa Universidad Pedagógica Experimental Libertador de Barquisimeto, fragmento de su serie Homenajes a Humboldt, que actualmente se encuentra expuesta en la Fototeca de Barquisimeto hasta principios del 2020.
El artista visual sigue muy de cerca las huellas de Alexander von Humboldt que en 1800 por cinco años recorrió el Nuevo Mundo, empezando a dar a conocer su fantástica biodiversidad, no solo se dedicó como biólogo a la identificación de nuevas especie de flora y fauna, sino también aportó a la geografía, la arqueología y la etnografía sus sagaces observaciones, por eso es común afirmar que Colón descubrió el Nuevo Mundo, pero Humboldt lo dio a conocer, pues la colonización se dio en las costas y no América adentro. Así por ejemplo los primeros mapas exactos de geografía del continente, fueron elaborados por el científico.
En este nuevo homenaje a Humboldt muchos de los peces y plantas identificadas por el humanista alemán fueron fotografiados por Mikolji en sus biomas. Como una manera de exaltar el ilustrado espíritu investigativo del humanista alemán, que es fuente de inspiración y conocimiento para biólogos, ecólogos, antropólogos, historiadores y artistas que se han dado al reto de preservar estos santuarios de vida, como lo es la Cuenca Amazónica. De los cuales depende parte de la vida del planeta pues su manto vegetal genera el 20 % del oxígeno y aproximadamente resguarda el 30% del agua dulce. En estos trópicos se encuentra la mayor biodiversidad existente en la tierra, que están siendo amenazada por la minería y los monstruosos incendios forestales como los ocurridos en Brasil y Bolivia que tardaron semanas en ser sofocados. Para darnos una idea de esta biodiversidad desde 1999 hasta el presente se han descrito 2.200 especies nuevas.
En esta ocasión, el portafolio fotográfico se ha centrado en un recorrido significativo para Humboldt, que se inicia en las monumentales rocas de la Tortuga y Piedra Pintada, en las cercanías Puerto Ayacucho. Piedra Pintada es famosa por sus petroglifos, el investigador los encontró en su recorrido por el Orinoco, al buscar los Raudales de Atures y sus monumentales piedras graníticas que parecen esculturas hechas por una civilización extintas, pero que fueron moldeadas por las crecidas de los ríos.
Al leer sus diarios vemos la acuciosidad del científico, al identificar los materiales químicas de las patinas tan peculiares de las rocas de esos raudales, que las convierten en formaciones pétreas que reflejan los cambios de la luz del día y la noche. Al observar con detalle los petroglifos y sus símbolos, posiblemente resolvió el cómo fueron realizados, hacen más o menos dos mil años, en la cúspide de esta monumental formación pétrea. Al preguntarle a los aborígenes de la zona como se hicieron respondieron con toda naturalidad, que fueron hechos en los tiempos de las grandes aguas, cuando sus padres navegaba a esas alturas del Orinoco tallaron esos símbolos de serpientes, caimanes, monos, tortugas, aves, cien pies, mascarones y figuras humanos abstractas.
En esta selección fotográfica se muestran rocas con petroglifos que solo se pueden observar en la temporada de sequía, destaca una piedra donde se muestra un rostro abstracto, con nariz y ojos rodeados de líneas que emanan de él, podrían estar asociadas a los rayos solares, y por tanto ser una representación de la deidad solar de las comunidades indígenas del pasado. Otras de estas rocas muestran laberintos y animales tallados que aún existen en la zona como monos, tortugas…
Un fenómeno natural que llamó la atención del explorador, de esa zona entre el 3 y 4 marzo de 1800, fueron los mantos de espuma del Raudal de los Atures, que el artista y explorador Mikolji fotografió. Muchas de las plantas acuáticas expuestas sorprenden por su belleza, como ocurre con la planta mosaico, que parece ramos de rosas subacuáticas y fueron identificadas por Humboldt, al igual que peces como la piraña y el pavón.
Ha realizado Mikolji cientos de campamentos e inmersiones en los sitios más inhóspitos y agrestes del país, en la búsqueda de seguir su pasión por la vida que albergan ríos, caños, esteros, lagos, como una manera de dar a conocer su biodiversidad y su fragilidad, para crear conciencia y acciones que permitan su conservación. Se ha ganado un renombre internacional por la belleza de sus fotografías y por lo ameno de su escritura, que conjugan la rigurosidad científica con anécdotas de sus expediciones en revistas de Chile, Colombia, Inglaterra, Alemania y ha sido coautor y colaborador de diversos libros. Sus fotografías han ayudado a identificar especies desconocidas en una labor mancomunada con biólogos y en otros casos se han visto por primera vez la imagen de peces, plantas y flores que habían sido identificados pero que se desconocía su apariencia natural.
Sus composiciones fotográficas no falsean la luminosidad, ni las saturan cromáticamente, sino buscan crear imágenes que documenten sin falsificar la realidad. Cuando un paisaje ribereño del Orinoco se percibe como una escena monumental es porque lo es y cada uno de estos paisajes ribereños son poéticas imágenes. Un rasgos de su lenguaje visual es que en sus fotografías subacuáticas se perciben los diversos niveles de profundidad de campo, permitiendo tener el público una visión lo más aproximada posible a la plenitud de la vida que palpita en esos ecosistemas.
La paciencia es una de sus virtudes, pues las rutinas de inmersión pasan de seis horas diarias, a lo largo de días, para cliquear solo cuando se genera la composición deseada de la fauna y flora acuática, que revelen los elementos que integran estos biomas y sus estéticos reflejos subacuáticos.
Posee Ivan Mikolji una filosofía de acción contundente: conocer es la única forma de conservar la biodiversidad y a esto dirige su vida. Por eso se ha dado a labor de exponer en diversos espacios del país sus series fotográficas, incluso de Latinoamérica como recién acaba de hacer en México, como una manera de mostrar la belleza de estos ecosistemas y la urgencia de preservar la Amazonia.