¡Increíble!
Asombrosa y cuasi irreflexivamente, quizá por algún prodigio esotérico en el Taj Majal, de la selva del Darién o por el conjuro de algún babalawo afrocubano del callejón habanero de los brujos, el siniestro un poco extraño en los almacenes del IVSS en La Yaguara, donde hubo pérdida de material para hemodiálisis y diálisis peritoneal, ha sido repuesto con la presteza que el caso merecía, según informaciones de las autoridades del propio instituto. Oportuno, otorgarle el beneficio de la duda en virtud de las consabidas patrañas y maquinaciones del régimen cuando busca o pretende taparear alguna situación u opta por tragicomedias fungiendo de víctima ante su ineficacia para atender problemáticas de envergadura, tales como: la hiperinflación, los servicios públicos básicos (agua y electricidad, tan precarios, progresivamente), aparte de otras penurias en cuanto a crisis de los servicios médicoasistenciales, además del abandono de las áreas públicas citadinas, muchas de estas adyacentes a sus aposentos y despachos. Asimismo, cesiones territoriales, a la cañona, en Táchira.
Aunque tanta “efectividad” (¿?) resulte algo extraordinariamente inusual en la estuctura de un gobierno (aparataje) tan lerdo, la situación se palió, al menos parcialmente. Más adelante, el tiempo y las circunstancias nos indicarán cuál desaguisado hubo detrás de todo esa situación.