Hora de la resistencia
Resulta inexplicable que un gobierno tan corrupto, inepto y brutal como el de Maduro, se mantenga en el poder anclado en un modelo que fracasó históricamente, y sin dar una sola señal de flexibilización.
A más de un analista le he escuchado que Maduro considera que él puede repetir en Venezuela la hazaña de Fidel Castro en Cuba. Esto es, gobernar por 57 años consecutivos. A pesar de que los cubanos viven en la miseria, sin libertades de ninguna naturaleza, con la magra ración señalada en la Libreta de Racionamiento. Por añadidura, sin ningún tipo de libertad personal, sin militancia política plural, con partido único, sindicato único, sin ONGs, en otras palabras, una vida rígidamente reglamentada. El inquieto, extrovertido pueblo cubano ha sido sometido, doblegado por una estrategia de poder que parece inamovible. Si los cubanos se han resignado a vivir privados de toda libertad, sometidos como borregos al dominio de quienes gobiernan, en Venezuela se puede lograr el mismo resultado con un gobierno de parecidas características al de los Castro en Cuba.
Ante la lógica del razonamiento, no se puede evitar que se nos pongan los pelos de punta si se toma en cuenta la penetración del régimen castrista en Venezuela. Quién sabe si el hecho de que el gobierno venezolano siga regalándole al de Cuba esos cien mil (100.000) barriles diarios de petróleo, que tanto nos hacen falta para generar dólares con los qué comprar comida y medicina, es porque existen en Venezuela mecanismos que obligan a esta acción. Esta visión es demasiado pesimista, pero alguna atención debe prestársele para resguardarnos.
Sin ahondar en el análisis, se registra que un elevado porcentaje de la sociedad civil sólo manifiesta su rechazo a este régimen el día de las elecciones, votando a favor de sus candidatos y en contra del gobierno, como sucedió el 6D.
Ese aporte de la sociedad civil es de suma importancia, tanto que hoy tenemos en la Asamblea Nacional amplia mayoría opositora (112 a 55 diputados). Sin embargo, la nueva Asamblea Nacional no ha podido ejercer a plenitud sus atribuciones constitucionales, y casi todas sus decisiones son anuladas por un Tribunal Supremo de Justicia, en la que muchos de sus magistrados no llenan los requisitos exigidos por la Constitución, llegándose al extremo de que algunos de ellos tengan “prontuario” en vez de “curriculum”.
Una perspectiva como la señalada, debe inducir a incrementar y diversificar la oposición. No es suficiente que la MUD lo haya hecho y siga haciéndolo bien. Hace falta que la sociedad civil participe activamente en el rescate de la democracia para evitar que Venezuela se convierta en una segunda Cuba. El combate de la MUD, que ha sido positivo y debe culminar este año en el Revocatorio, sólo ha contado con la participación predominante de los aparatos partidistas. Llegó el momento de pasar a la etapa de la Resistencia. No de la resistencia armada, como en los países ocupados por los nazis en la Segunda Guerra Mundial, sino resistencia cívica, de presencia activa, de reclamo y protesta en las calles, concentrada por el momento en la exigencia del Revocatorio para este año.
