Héroes y libertadores
El futuro es incierto. La única manera de influir en él consiste en ser protagonista hoy. Nuestros jóvenes así lo perciben. Nunca han sabido lo que significa estar a las puertas de un campeonato mundial. Tampoco han sabido lo que significa vivir en un país libre.
Comienza el partido. Nuestros jóvenes salen a luchar por la victoria, bajo el cobijo de la misma bandera. Para unos, el objetivo es lograr el campeonato. Para otros, es lograr la libertad.
Unos tienen todo el país a su favor. Otros tienen más del 80% del país a su favor.
Unos tienen la garantía de un árbitro imparcial. Otros juegan con el árbitro siendo parte del equipo contrario.
Unos dan la vida en la cancha en sentido figurado. Otros dan la vida en la calle en sentido real, cruel, inhumano.
Unos poseen las mismas armas que el equipo contrario. Otros emulan a David contra un Goliat desmesurado.
Unos se defienden cuando los atacantes intentan mancillar su arco. Otros lo hacen para que no los maten.
Unos son amonestados con tarjeta amarilla, o roja. Otros van a la cárcel o al hospital.
Al final, el campeonato mundial puede esperar. La libertad no. Los jóvenes son dueños de su futuro y contra eso nadie podrá.
Unos y otros son nuestros héroes y libertadores.