Guyana y la ofuscación de su presidente Jagdeo
Inexpugnablemente, la zanganada y vulneración notoria e insolente de Guyana se reitera al obviar la normativa suscrita en el Acuerdo de Ginebra, cuya disputa se halla a instancias suya a la espera de un fallo a cargo de la CIJ, según lo acordado en la sesión, algo atípica del 6/4 pasado, que la cancillería venezolana interpretó irresponsable y, confusamente, como un éxito en este proceso centenario. Pero, de atisbos aciagos en virtud del potencial energético del área, así como por la apropiación (expoliación) que tan arteramente, hace de nuestro petróleo, pues el presidente Bharrat Jagdeo ha anunciado el jueves 27/4, la aprobación (indebida) de un proyecto de inversiones equivalente a unos USD12000 millones, a cargo de ExxonMobil y sus socios, la China CNOOC, a la sazón “aliada estratégica” de Venezuela, y la canadiense Hess para provecho del yacimiento costa afuera Uaru del bloque Stabroek, en aguas de la “Zona en Reclamación”, mediante lo cual pretende erigirse en potencia petrolera para el año 2025, pues aspira a extraer cerca de unos 250000 bpd. Y, así, atender a las necesidades de una población muy superior a la actual de unos 800000 habitantes. Ínterin, soslaya el Acuerdo suscrito en 2/1967.
Y, es así cómo desde 2015 Guyana se ha erigido en el país número 17 con las mayores reservas petrolíferas del mundo, cercanas a unos 11000 millones de bp equivalente de reservas probadas, que ha descubierto ExxonMobil, producto de una campaña exploratoria sin previos que ha realizado abusivamente, desde el año indicado.
Se trata de una actitud abusiva sobremanera, a considerarse como contrapeso ante alguna decisión favorable que pudiese surgir para dilucidar sobre la validez o no del fallo artero emitido en 10/1899.