¿Guerra económica o economía de guerra?
El fallido gobierno de Maduro trata de justificar toda la escasez de bienes, desde alimentos, medicinas, artículos de higiene, repuestos, cemento, y pare de contar, alegando que se debe a la guerra económica declarada por la oposición y el empresariado para derribar al gobierno. Parece que no se da cuenta de que la gente sabe que no hay ninguna guerra económica sino que estamos viviendo una economía de guerra.
Cabe preguntarse qué diferencia hay entre guerra económica y economía de guerra. A lo largo de la historia se ha practicado una guerra económica contra países y sectores de la sociedad y esa guerra consiste en imponer embargos, poner trabas a las importaciones y otras medidas económicas contra el libre comercio. Eso es guerra económica y es una guerra que los gobiernos de Chávez y Maduro declararon contra países cuando las ofertas de asistencia no han sido otra cosa que un chantaje: si no te alineas con nosotros no vas a contar con nuestra ayuda. Economía de guerra, por otro lado, es el modelo económico y son las medidas que imponen los gobiernos en tiempos de guerra, porque uno de los resultados de las acciones bélicas es que la producción cae en forma dramáticas y hay que tomar medida para que los bienes escasos puedan llegarle al mayor número de personas, con preferencia a niños y ancianos.
Sin que estemos en guerra, el gobierno de Maduro está imponiendo una economía de guerra y, lo que es más grave, es que lo hace torpemente, para perjudicar a quienes disienten y favorecer a sus partidarios. Si hay una guerra económica es la que el gobierno de Maduro ha desatado contra los venezolanos.
Vale la pena recordar que, cuando la ocupación de Francia por los nazis durante la Segunda Guerra mundial, había una economía de guerra de la que se aprovechaban allí —tal como se aprovechan aquí los llamado “bachaqueros”— los especuladores que practicaban lo que se conocía como B.O.F. (en francés beurre, oeufs, fromage, es decir: mantequilla, huevos, queso), vendiendo a precios exorbitantes lo que legalmente sólo podía comprarse con tarjetas de racionamiento.
Ciertamente, el problema del racionamiento en Venezuela es muy grave y aunado a una escases alarmante en todos los ordenes de la vida económica han llevado al país a una situación de penurias y ´´pobreza extrema´´. Y es que las bases populares pueden haber aumentado su diámetro abdominal pero su estatura ha disminuido, porque su dieta es desequilibrada , se basa en el consumo de carbohidratos con alto poder calórico y un bajo nivel de proteínas y minerales adecuados para obtener una dieta balanceada. Y es que tal alimentación, aparte de inadecuada, indica que el concepto de pobreza extrema abarca una disminución radical en la ´´calidad de vida´´ de los ciudadanos y el tener que sobrevivir pensando cómo conseguir la lista infinita de bienes y servicios, que no existen y si los hay, el ver cómo los puedes pagar dados sus precios exorbitantes y un bajísimo nivel salarial . Algo así como ´´si pagas la luz no comes´´.
Estamos en medio de una ´´economía de guerra´´ y donde el ´´bachaqueo´´ y las colas, se llevan gran parte del tiempo productivo del trabajador ( si es que tiene trabajo ), con lo que el concepto de ´´productividad´´ se aproxima casi a cero, ya que ante la interrogante de ¿ trabajar más o trabajar menos ?, pareciera que por respuesta sería : ´´trabajar menos´´, pues ´´trabajar mas´´ no te garantiza que se puedan satisfacer todas y cada una de las necesidades. Y es que el ´´estraperlo´´ es hoy en día una actividad que posee una connotación mas amplia, pues si consigues huevos no consigues aceite ; y si consigues aceite no consigues mantequilla o margarina, y así en todos los ordenes de la vida económica. A veces ni en el ´´mercado negro´´ y pagando precios especulativos, no consigues lo que realmente quieres consumir salvo lo que el Estado quiera que consumas.
Es evidente que por razones políticas y electorales el gobierno está transfiriendo todo su esfuerzo logístico hacia los ´´pedevales´´ y operativos de ´´cielo abierto´´, pues hay se encuentra el grueso de los votantes potenciales, y si es por número de individuos, el canjear un ´´pollo por un voto´´, sería en buena lógica una manera de ganar elecciones jugando con el hambre de la gente. Una táctica ´´maquiavélica´´ que puede darle buenos resultados. Sin embargo, no todo es tan sencillo, pues las otras variables como la inseguridad, el desempleo, las deficiencias hospitalarias, la pésima calidad de los servicios, la corrupción, el ceder soberanía, el contrabando de extracción y miles de factores mas, han echo mella en la lealtad de los ciudadanos para con las bondades de las propuestas del proyecto socialista ( comunista ). Y si bien es cierto que las clases medias y altas han sido condenadas a su desaparición y son tan comunes y compartidas para toda la población los diferentes grados de los ´´estados de necesidad´´, lejos de darse una división radical de los ciudadanos, se está dando una mayor aproximación. Solamente se da una distorsión en el proceso de maduración de la ´´conciencia colectiva´´ por la incapacidad de la dirigencia partidista opositora para descifrar e interpretar adecuadamente el sentir de la gente. No se ha podido superar esa grave contradicción.
Pese a todo lo anterior, es evidente que el gobierno se está desmoronando y solo por el apoyo interesado de las FAN ha logrado mantenerse a flote, aunque es una verdad de perogruyo que tal situación es insostenible en el tiempo. Lo difícil es determinar : ¿ Por cuanto tiempo mas ?. Una cosa es cierta, sin el apoyo internacional no saldremos del problema pues entre nosotros no hay la suficiente cohesión interna como para ser una fuerza determinante que redirija los procesos del cambio que requerimos, y es que todos intuimos que el régimen está huyendo ´´hacia adelante´´, jugando al ostracismo y al aislarse internacionalmente, pero en estos tiempos de interdependencia e intercambios globales ello es imposible. Ni Cuba lo ha podido impedir pese a su falta de confiabilidad en cuanto a un real deseo de aperturar los derechos civiles de sus ciudadanos, haciéndolos compatibles con el respeto a los Derechos Humanos. Esa contradicción no la van a poder superar y mas pronto que tarde, entrarán de nuevo en conflicto con la comunidad internacional.
Con la ´´guerra económica´´ del gobierno contra los venezolanos y que ha generado su ´´economía de guerra´´, no es muy lejos a donde podrá llegar el gobierno del señor Maduro y su Ejército de sicarios. De eso si podemos estar todos bien seguros.