Guaidó y la esperanza
Omar Ávila
El balance de esta nueva etapa de lucha es positivo. Desaparece La Hojilla, la ANC Chimba no sesiona desde hace 2 semana, la vigilia en Miraflores no se dio, las convocatorias a Cabildos oficialistas no les llega la gente, Maduro se juramenta y prácticamente nadie asistió al acto, lo que sin duda significa una derrota política importante para el régimen.
Por otro lado, por primera vez la esperanza no se basa en escuchar promesas falsas o que llegue un milagro, la gente ha entendido que esta lucha es larga y compleja.
En este momento, el juego político es todo o nada, con lo que la confrontación tiende a escalar y las acciones de EEUU avanzan en términos de sanciones para seguir arrinconando a Maduro.
Hay que recordar que 8 de cada 10 dólares que producen de caja vienen de EEUU. Sin embargo, Chávez decía que, así el petróleo se fuese a 0$, la Venezuela del «Socialismo del Siglo XXI» saldría adelante, con lo que ahora se les presenta una muy buena oportunidad para que apliquen ese “plan” y dejen la lloradera con lo de la fulana “guerra económica” y con el bloqueo.
Los números de Credit Suisse sobre el impacto de estas medidas: Venezuela recibió en 2018 11,7 millardos de dólares de EEUU, un poco más del 60% del total de los ingresos por exportaciones. Para este año, proyectan 9,7 millardos de dólares equivalente a casi el 100% del flujo de efectivo.
Los que siempre nos opusimos a la fórmula del colapso para asfixiar al régimen como medio para derrotarlo, esperamos ahora, cuando la sanción financiera principal se materializó, la asfixia de los de Miraflores preceda a la asfixia total de un pueblo que también boquea.
Desde Unidad Visión Venezuela no vemos perspectivas de una solución que evite un escenario de confrontación, violencia, muerte y represión; por ello apostamos a que los factores en pugna por el poder alcancen una negociación que permita evitar más sufrimiento, si no, esto se perfila en una masacre en términos de hambre y necesidad.
Porque conversar no tiene por qué ser pecaminoso o un acto de traición. Pecado es cerrarle el paso a la negociación, y negarle el derecho al pueblo venezolano de lograr el cambio que quiere en paz. El pueblo de El Salvador -por ejemplo- descubrió que ese era el camino después de enterrar a más de 150 mil salvadoreños.
Por ahora Nicolás Maduro ofrece unas elecciones legislativas, sencillamente porque tonto no es: en el Poder Legislativo reside la fuerza política de la oposición y él sabe perfectamente que el hecho de que un sector opositor la rechace, le ofrece una rendija de luz en medio de la oscuridad para dividirnos.
Aunque ciertamente los venezolanos queremos elegir presidente, pero con un Poder Electoral independiente, también poder escoger qué comer, qué comprar, qué medio de información seguir.
Y es que el caos estructural que vive el país demanda una solución política urgente; debe dibujarse en el horizonte un acuerdo electoral, con nuevo CNE, para que se dé la reinstitucionalización del Estado y se establezca un gobierno de transición, sin extremismos y violencia.
Por ahora tenemos dos parlamentos, dos TSJ, dos fiscales y, ahora dos presidentes. Sólo faltan dos ejércitos para terminar matándonos. Mientras que continúa esta pelea, lamentablemente tenemos un solo pueblo sufriendo.
En fin, hay que ser optimistas, cautos y pacientes. Se están dando los hechos, pero no podemos ser triunfalistas. Como afirmaba Sun Tzu en sus lecciones básicas del Arte de la Guerra: «Respeta la inteligencia de tu enemigo. Conoce las estrategias de tu enemigo. Estudia las técnicas de tu enemigo. No subestimes a tu enemigo. No creas que si tu enemigo se hace el muerto, está muerto.»
“Por ahora”, le falta una pata a esa mesa, que en próximo artículo les explicaré, que es el apoyo de las FAN.