Fuerte y solidario abrazo rojo – rojito
Muy Excelentísimo Embajador R. R. y no S. S.:
Muy indignado, indignadísimo, le escribo para expresarle mi más sincera solidaridad en esa hora aciaga que acaba de sufrir su Excelencia y familia en un restorán del Imperio cuando, muy merecidamente, celebraba los innegables logros diplomáticos obtenidos a lo largo de su larga y muy exitosa carrera en el Servicio Exterior de la llamada entonces República de Venezuela.
Tengo presentes sus inicios en las legaciones venezolanas sitas en el África subsahariana: en Gabón, Níger, Mali, Ruanda y Burundi, donde desplegó sus mejores dotes para contribuir a la paz y conciliación de esas convulsas naciones.
Su tránsito por Centroamérica todavía sigue siendo celebrado: guatemaltecos, salvadoreños y nicaragüenses, rememoran sus destacadas andanzas por esas latitudes y su sinigual contribución para lograr la paz y la reconciliación nacional.
Los venezolanos – Hechos en Socialismo – tenemos una inmensa deuda con su Vuecencia; sus gestiones al frente de PDVSA son dignas del mayor elogio y reconocimiento; nadie duda que es una empresa de talla mundial, eficiente, moderna, competitiva y sobre todo socialmente responsable: los ladrillos construidos, las casas petroquímicas, los baños abiertos al público, los comedores- venidos a menos -, pero solidarios, hablan muy positivamente de su bondad y solidaridad socialista.
Ciertamente Embajador no entiendo a esa gente envidiosa, que además presta su servicio a inmundas y pútridas empresas financieras capitalistas, hayan osado perturbar su paz y felicidad neoyorquina, dignamente conquistada y que debe ser preservada a toda costa.
Menos mal Señor Embajador que los puso en su sitio, pero, por si acaso y en previsión de un próximo escrache, le recuerdo – como afirman sus compatriotos y compatriotas que todavía – y ahora más – hay sitio en Ramo Verde y en El Helicoide: esgártulas, celdas y calabozos se encuentran totalmente a su orden. Y si necesita protección adicional para su Excelencia y familia, hay colectivos dispuestos a viajar prontamente a su disponer, no hablan inglés, pero disparan bien y son chavistas, revolucionarios y antiimperialistas como su Distinguidísimo.
En nombre de todos los venezolanos – que su Eminencia dignamente representa -le pido me envié copia de la factura del restorán, no tanto para ver el monto de lo consumido que sé que tiene amplia tesorería para pagarla, sino para salivar ante tanta vianda ausente, ante tanto platillo que por estos lares no existen…y si quedaron algunas sobras, me las puede mandar contra rembolso, sale más barato que adquirirlas acá… además no hay que rebuscar muy temprano en la basura socialista.
¡BUEN PROVECHO!