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Firmeza y coraje
Vivimos una situación difícil y complicada con el agravante de que el Ejecutivo ha secuestrado a los poderes públicos, salvo la Asamblea Nacional que es hoy el centro del debate político y un punto de apoyo de la alternativa democrática del cambio. Ante una realidad como la descrita se necesita actuar con firmeza y coraje para derrotar las triquiñuelas y maniobras del régimen fracasado.
Hemos dicho que existen una fuerza mayoritaria y poderosa que se expresó el 6-D que quiere un cambio democrático y que ha tornado en irreversible esta perspectiva. Algunos analistas han enfatizado que se debe actuar con prudencia, sin precipitaciones, y estoy de acuerdo con ello.
Si existe una solución a la crisis transitando el camino democrático y de la República civil hay que evitar los atajos, porque la fuerza de la oposición es de una gran vitalidad. Levantemos el optimismo de que saldremos de esta brutal crisis a la cual nos ha conducido el chavismo-madurismo-cabellismo, aumentando los sufrimientos de nuestro pueblo que lo integran venezolanos de todos los sectores chavistas y no chavistas. Por eso hablamos de firmeza y coraje. La mayoría opositora por el cambio habrá de expresarse de una u otra forma incluso de una manera inédita que no ha vislumbrado ningún analista.
Un país no puede vivir eternamente con reiteradas violaciones a la Constitución, sin leyes, sin justicia, sin tribunales con independencia, sin separación de poderes y sin elecciones libres.
Levantar la esperanza también reclama firmeza y coraje, valentía, y nuestro pueblo ha dado demostraciones en distintos momentos de su historia de que dispone de esas cualidades que le han permitido conquistar su libertad, vivir periodos de democracia y de libertad; el recuerdo de esos momentos es un incentivo para redoblar el esfuerzo mayoritario de Unidad Nacional y de un gobierno y de un régimen fracasado como el que encabeza Maduro.
La enmienda constitucional que ha propuesto Maduro, Henry Ramos Allup la recogió y lo retó a que se atreva a introducirla para luego ir a una consulta popular. El revocatorio, cuyas firmas iniciales se están recogiendo, es otra salida a esta dictadura militar-civil, porque no se puede hablar de democracia en estos momentos, y debemos estar consciente de esto para que podamos calibrar la envergadura de la lucha que tenemos que emprender por reinstaurar la democracia y alcanzar el pleno ejercicio de las libertades ciudadanas.