Falacias; El Niño, Dólar Tudey, la Guerra, los 14 motores y el Anti-Imperialismo
Una falacia o sofisma es un argumento o razonamiento cuya lógica es vulnerable y endeble. Al contrastarse con la realidad aflora su falsedad, aunque al comienzo de su utilización y difusión resulte convincente o persuasivo para quienes están psicológicamente predispuestos a aceptarlo como explicación para un determinado tema o suceso. Resumiendo la versión oficial del régimen castrochavista sobre la situación actual de Venezuela, plagada de falacias, tendríamos que; “Los frecuentes y graves apagones que han afectado a todo el país desde el año 2010 son consecuencia del fenómeno climatológico “El Niño”, la perversión de nuestra moneda ha sido provocada por un portal digital, la crónica escasez -y sus cada vez más largas e improductivas colas- son el resultado de una guerra económica de la ultra derecha apátrida y golpista, la honda crisis será contrarrestada con el funcionamiento de 14 motores que erradicarán el “rentismo” tradicional y convertirán a la Venezuela bajo el control chavista en una Potencia a escala mundial, con una producción diversificada y un excedente en todos los rubros que nos hará grandes competidores como exportadores, fase en la cual el Socialismo del siglo 21 hará retroceder al debilitado Capitalismo y desplomarse al agonizante Imperialismo”.
Por supuesto que en la anterior síntesis sólo aparecen los elementos primordiales de la trama elaborada por el régimen para “explicar” la actual Crisis (las anteriores tenían otros elementos pero las causas eran similares), a sus menguantes seguidores, y a las audiencias del exterior, que también se reducen, alimentadas desde la “objetiva” programación de TELESUR, una estación creada por el engendro chavista, financiada con recursos del erario venezolano, para difundir las versiones de la realidad -falacias, sofismas, enfoques amañados, adulterados a conveniencia- que son elaboradas en función de los objetivos propagandísticos de todos los comprometidos con el Foro de Sao Paulo, la nueva fachada del viejo estalinismo fidelista. Pero esos elementos tienen a su vez sub-tramas, en las que aparecen desde otras guerras -mediáticas, psicológicas, subliminales- el enemigo categorizado como pelucones, oligarcas, burgueses, lacayos de la CIA, una Iguana comecables, poderosos financistas que mantienen muchedumbres en injustificadas colas frente a mercados repletos de productos, invisibles agentes del MOSSAD, la CIA, la Guardia Civil, el MI-6, hasta la terrible mafia contrabandista que se había enseñoreado de la franja fronteriza con Colombia, los bachaqueros que hurtan los productos durante las madrugadas, en todos los mercados y bodegas del país, y los más recientes “gorgojos” que infiltraron la red de establecimientos de distribución de alimentos y medicinas del régimen, contaminándola con hechos de corrupción totalmente ajenos al Modus Operandi del “hombre nuevo”, formado en revolución. Todos ellos, mafiosos colombianos, bachaqueros diversos y gorgojos rojos rojitos, organizados y patrocinados por la Oposición. Ese es el catecismo esencial del socialismo del siglo 21 por estos días.
EL NIÑO; Es un fenómeno que se origina en el océano Pacífico, que se encuentra al oeste del continente americano (a la izquierda de América, mirando el mapa) y ocupa esa vasta extensión que nos separa del continente asiático y de Oceanía, en oposición al océano Atlántico (a la derecha si miramos América en el mapamundi), que se extiende desde las costas orientales de América hasta las costas occidentales de Europa y África. Nuestro país -territorialmente- no tiene que ver con el océano Pacífico, apenas tenemos frontera común con uno solo de los países que colindan con el Pacífico, Colombia, y la menor distancia desde territorio venezolano a la costa Pacífica colombiana serían 600 kmts en línea recta. Pero el Niño, cuando ocurre (porque no se presenta todos los años ni con la misma intensidad cada vez), afecta sobre todo a Perú y Ecuador, por suceder frente a sus costas el grueso del choque de las dos corrientes marinas que generan el fenómeno climático, una fría y otra cálida, lo que genera el alejamiento de los grandes bancos de peces, y los cambios en el patrón de lluvias que conducen a inundaciones o sequías. Es un fenómeno que se da alrededor del paralelo cero, al centro del planeta, en esa porción del Pacífico oriental que colinda con el Ecuador, Perú y Colombia, afectando más a todo el territorio ecuatoriano (por sus reducidas dimensiones, sus vecinos lo cuadruplican), y las porciones occidentales del Perú y de Colombia. Pretender que el clima de Venezuela dependa de un fenómeno que ocurre en el Pacífico, en lugar de derivar de la influencia del Mar Caribe y el océano Atlántico, en cuyos vecindarios estamos, pudiera conectarse con la afirmación del charlatán eterno, en ocasión de su visita a Nueva York, cuando declaró haber visto al Río Hudson desde el edificio de las Naciones Unidas, que está frente al Río del Este (el Hudson fluye al costado opuesto de Manhatan, al oeste). Esa depravación geográfica del Stalin de Sabaneta pudiera presionar a sus súbditos a adulterar de la misma irresponsable manera la posible influencia de El Niño del Pacífico, y cuando tengan que parar las máquinas en Guri, al sureste de Venezuela, pudieran forzar otro poquito la climatología y atribuirle la falta de lluvias al fenómeno de los Monzones (que no son familiares del boxeador, sino lluvias torrenciales cíclicas que afectan a la India anualmente), ¿qué es una raya más para un tigre, y otra barbaridad científica para el analfabeto funcional que preguntó si la Humanidad existía desde hacen dos mil o tres mil años? Si persisten con la excusa de El niño, tendrían que explicar por qué los países tradicionalmente más afectados por ese fenómeno, Ecuador, Perú y Colombia, no sufren apagones ni están cerca de ver paralizarse el 60% de su capacidad de generación eléctrica. A menos que el régimen demuestre que los gringos controlan a El Niño (como Chávez afirmó que provocaron el terremoto de Haití) y concentran sus efectos sobre Venezuela, con el objetivo de dañar la exitosa revolución.
Dólar Tudey; Es un medio digital que ofrece informaciones variadas, pero su rasgo primordial es un recuadro arriba a la derecha en el que muestra las cotizaciones diarias del dólar y el euro respecto del bolívar (que desde que la plaga castrochavista inició la sistemática destrucción del país, sus Instituciones, su Convivencia, su Economía, ha sufrido frecuentes devaluaciones que lo tienen en condiciones zarrapastrosas: En 1999 un dólar se compraba por 480 bolívares, hoy a precio SIMADI y expresado en esos mismos bolívares hay que desembolsar trescientos mil, y en el mercado negro o innombrable la moneda estadounidense exige más de un millón de los viejos bolívares. Para evitar la fea sonoridad de ese resultado, el régimen le quitó tres ceros y rebautizó “bolívar fuerte”, a lo que irónicamente presenta total anemia y nulo poder adquisitivo. Nueve Salarios Mínimos no superan el costo de la llamada Cesta Familiar). Además el régimen imprime ad líbitum dinero inorgánico, billetes sin respaldo en reservas -de oro y divisas como dólares y euros-, lo que genera un círculo vicioso que estimula la Inflación y debilita más aún al vapuleado bolívar. La convicción del oficialismo respecto de la ignorancia de la población, los lleva a repetir la peregrina tesis de que el bolívar pierde poder frente al dólar debido a la manipulación de “Dólar Tudey”, y en realidad muy pocos, incluso chavistas de base, se tragan esa fábula. Saben o deducen que la Economía ha sido groseramente agredida, la porción en manos de la iniciativa privada hostigada con expropiaciones, invasiones y otros arbitrarios ataques, que condujeron al cierre o la quiebra de miles de empresas particulares, forzando a las que quedan en pie a reducir su producción debido a la imposición de continuas amenazas, injustificadas supervisiones, saboteo interno a cargo de mercenarios identificados con el régimen, y los muy dañinos decreto de inamovilidad y la ley del “precio justo” que obliga a vender a pérdida. El creciente desabastecimiento (y las colas humillantes que de él derivan) lo atribuye el régimen a una imaginaria guerra económica del “enemigo, la ultra derecha apátrida y el imperio”. Lo que el castrochavismo tendría que explicar, en una de esas cadenas de radio y TV a la que han sido tan adictos Chávez y Maduro, son los siguientes tres puntos; 1. ¿Por qué, teniendo el control de todos los elementos (hasta el 5 de enero dominaban hasta en el poder Legislativo), no han frenado o derrotado a la supuesta guerra económica?. 2. ¿Por qué, si han expropiado 4 millones de hectáreas de tierras agropecuarias y tienen a su cargo el 70% de las empresas industriales y de servicios del país, no han aprovechado esa obvia capacidad de producción para contrarrestar la escasez y disminuir la elevada dependencia respecto de las costosas importaciones?. 3. Si basta un portal en Internet para debilitar la moneda de un país y hacer tambalear su economía ¿cómo es que no han procedido los de la ultraizquierda mundial (pudiera ser financiada por el proceso chavista) a crear un medio digital que alcance a cubrir EEUU y Europa, denominado BOLÍVAR TUDEY, que mediante el mismo mecanismo se dedique a debilitar las monedas de los países del primer mundo, dando a diario cotizaciones más bajas para el dólar y el euro?. Tienen las soluciones para la crisis local, y para hacer implosionar al Capitalismo mundial, en sus manos rojas rojitas.
Transcurrieron 17 largos e inútiles años para que el régimen castrochavista descubriera que lo que mantiene en pésimas condiciones al país, es el “rentismo” (interpretado como resultante de la dependencia en más de un 80% de los ingresos petroleros, de la renta que ha generado la venta del oro negro, a pocos años de comenzar -Petrolia, Táchira, 1912- haciéndose fuerte la industria petrolera -exploración, explotación, transformación y distribución- en manos de la Creole, la Shell y la Mobil, hasta 1976, cuando CAP I decreta la Nacionalización, y todo pasa gradualmente a ser realizado por empresas venezolanas, como PDVSA, Lagoven, Bariven, Maraven, Corpoven. La contundente y muy significativa derrota del 6D15 en las parlamentarias produjo en los jerarcas del régimen, primero un shock paralizante, luego una epifanía que les reveló las señas esenciales del arca perdida y la solución definitiva al desastre ocasionado por esos 17 años desperdiciados. Ebrios de emoción, aún con los efectos de la maravillosa revelación, en plena afiebrada convalecencia balbucearon incoherencias sobre 14 motores que ocupaban sus primeras imágenes, fantasías postepifánicas. Pero una vez recuperados (gracias a la eficiente intervención de un racimo de médicos integrales revolucionarios), salieron de ese túnel -similar al que ven los que han estado clínicamente muertos, durante los segundos previos a su retorno al sístole diástole cotidiano y reconfortante-, y vieron con total claridad que la solución al estado comatoso provocado por el rentismo petrolero, es la adopción inmediata y frenética del ¡Rentismo Minero! ¡Albricias, Eureka!
La creatividad se les inflamó y en tiempo récord ya habían renovado concesiones mineras a canadienses y chinos. Y sabemos, por la experiencia de estos 17 años, que el régimen mantiene todo el territorio del estado Bolívar bajo un absoluto control, garantizando que la minería sea exclusivamente realizada por empresas e individuos respetuosos del ordenamiento legal y de las normas que buscan preservar el equilibrio ambiental, de manera que la explotación del oro, los diamantes y el coltan no generen contaminación, y la minería sea una actividad amable con el ambiente, la fauna, la flora, las aguas y los grupos humanos que ocupan ese vasto territorio, disfrutando de un contexto libre de peligros y sobre todo Inseguridad, lejos de bandas criminales como las que controlan todo, en otros países por supuesto, acá jamás de los jamases.
Se calcula que a vuelta de pocas semanas, la superación del perjudicial rentismo petrolero, con el potente rugir de los 14 motores contribuyendo como banda sonora del salto cualitativo y cuantitativo al rentismo minero, estaremos dejando atrás, como un mal recuerdo, la escasez y las colas, los apagones y la falta de agua en hogares y empresas, y con suerte, si el régimen logra proyectar a escala nacional, como seguramente prevé el plan de la paaaatria, el orden, la eficiencia y la seguridad total que imperan en esa tacita de plata que es el estado Bolívar, vamos a vernos obligados todos a realizar cursos intensivos de Inglés y atención básica a los turistas, que en oleadas nunca vistas ni siquiera en el viejo continente, vendrán entusiasmados a disfrutar de este Edén de paz, amor y abundancia que el indocumentado y su combo se han esmerado en construir, para envidia de Obama, Cameron, Merkel, Hollande, Rajoy, y el volátil traidor Raúl Castro Ruz, hoy entregado al decadente imperio y las migajas del capitalismo.