¿Estaremos siguiendo el camino de Myanmar ?
Myanmar, la antigua Birmania, siempre ha sido una nación invertebrada, primero por largos años como colonia británica, para luego ser ocupada por los japoneses.
Solo logró conocer pocos años de democracia, cuando el general Aung San, padre de la premio Nobel de La Paz, Aung Sang Suu Kyi, estableció ese sistema en el país, para ser derrocado después de 15 años por una junta militar que se perpetuó en el poder por casi 5 décadas, en las que gobernó de manera tiránica y de forma corrupta.
Pero la resistencia democrática de Aung Sang Suu Kyi , sometida por los militares al arresto domiciliario, pudo más, y con el partido que creó y el enorme apoyo de la comunidad internacional, logró en elecciones controlar el Congreso y formar gobierno, del cual no pudo ser Presidenta, debido a que una cláusula de la Constitución de ese país impide serlo si se está o se ha estado casada con un extranjero. Ello no le ha impedido, sin embargo, ser Canciller y Consejero principal de la Presidencia.
Sin dudas, el restablecimiento de la democracia ha atravesado un largo trayecto en Myanmar. Una de las razones fue, claramente, el fuerte respaldo a los militares por parte del gobierno de la China comunista. Situación revertida por la amplia presión internacional de EEUU, Europa y muchos países asiáticos, gracias a la que hoy existe de nuevo en Myanmar un régimen democrático.
Esperamos que el sendero de la recuperación democrática de nuestro país sea menos azaroso y que podamos pronto superar esta mala etapa de nuestra historia.