Espectacularizar el sufrimiento
Consabido, el tratamiento circense deja a la vista todas las costuras de la dictadura. Negados a los venezolanos, a la vez que realiza un importante envío de recursos humanitarios a la Cuba que no encuentra otra fórmula para sobrevivir, administrados por las camarillas afines, alza el trillado llamado al diálogo y a la reconciliación que por siempre traiciona.
Huelga comentar sobre la situación de los presos políticos, incluyendo a los liberados recientemente bajo las más caprichosas condiciones. Hablamos de rehenes, susceptibles de cualquier extorsión o chantaje, que obliga a un importante contraste.
A modo de ilustración, evidentemente comprometido con las actividades de una insurrección – acentuamos – armada, Américo Martín no sólo fue capturado, sino que, con garantías de su integridad personal, conducido al Cuartel San Carlos, donde propios y extraños podían constatar sus condiciones de reclusión, concluyendo los ’60 del ‘XX. En una ocasión, con motivo de un foro del centenario de Caldera, comentó públicamente que recibió una sentencia condenatoria de treinta años de presidio, aunque el juez militar – le dijo – dudó que la cumpliera y, al poco tiempo, recibió el indulto presidencial, reintegrándose a la vida política ordinaria. Acotemos, él mismo negó que fuese sometido a alguna discusión, compromiso u otra obligación reñida con la ética (https://www.youtube.com/watch?v=21IpdtgSNBY&t=909s).
Al madurato le importa un bledo que se sepa de sus emboscadas y, lamentablemente, todos sabemos que Yon Goicoechea fue puesto en libertad pactando su candidatura a una alcaldía que ayudase a dividir a la oposición, por ejemplo. Ahora, el absurdo llega a límites antes impensables.
Al Joshua Holt lo tuvo secuestrado la dictadura por dos años y, objeto de negociaciones con el gobierno estadounidense, acusado como agente de la CIA, lo devolvió a su país en las manos de Rafael Lacava, el gobernador que aleccionó a Francico Ameliach en una oportunidad, por cierto. Lo absurdo del caso es que también Holt hubo de agradecerle a uno de sus verdugos, pues, el carabobeño lo es al identificarse con este régimen, quien aprovechó de darle una buena halada a Maduro y decirle “misión cumplida” (https://www.youtube.com/watch?v=VylY0aXx5VY). Sin embargo, esta espectacularización del sufrimiento humano, esto de llevar a una selección de presos políticos a la Casa Amarilla y de humillarlos, pactando una suerte de fianza con los cuatro gobernadores de “oposición”, fue desenmascarada en una transmisión en vivo por Venezolana de Televisión, pues, pasando frente a las cámaras, el general Angel Vivas, ya de golpeada humanidad, dijo lo que dijo (https://www.youtube.com/watch?v=0pVyYnQhEEc): la inmensidad de un instante que estropeó la escena teatral del régimen.