España: ¿Intentan Puigdemont y Feijóo dinamitar la legislatura?
Tras la investidura de Illa como Presidente con los votos de ERC y la condena al ostracismo de Junts en el mapa político catalán, Puigdemont estaría sopesando seriamente dinamitar la actual legislatura y las recientes votaciones junto al PP en el Congreso, serian un primer aviso para Sánchez.
El acuerdo del PP con Junts para tumbar en el Congreso el impuesto energético a las eléctricas sería un recordatorio a Sánchez de su debilidad parlamentaria, por lo que Puigdemont estaría presionando a Sánchez para someterse a una cuestión de confianza en el Congreso. La pérdida de la cuestión de confianza lleva generalmente aparejada la dimisión constitucional del presidente y la convocatoria de elecciones generales.
Por otra parte, Pilar Rahola asegura que Puigdemont apoyaría una moción de censura contra Sánchez: «Está dispuesto a romper».
En consecuencia, dada la imposibilidad de Sánchez de aprobar unos nuevos Presupuestos, Pedro Sánchez podría dar por amortizada la actual legislatura y con un golpe de efecto, anunciar el adelanto de las Elecciones Generales para la primavera del 2025.
Así, Pedro Sánchez habría tomado buena nota de la decisión adoptada por su correligionario portugués, Antonio Costa, quien tras perder el apoyo de los grupos de izquierda para la aprobación de los Presupuestos, optó por convocar Elecciones en las que logró una mayoría absoluta que le permitió gobernar en solitario.
La posible mayoría absoluta de PP y Vox supondría la implementación de una democracia no liberal, lo que conllevaría la derogación o modificación de las Leyes del Aborto, Eutanasia y Matrimonio igualitario así como la Ley de Memoria Democrática.
Asimismo, un futuro Gobierno PP-Vox procederá a desmantelar el Estado asistencial y a implementar el «paraíso neoliberal de Ayuso». Sus ejes serán la privatización de la sanidad, la educación y las pensiones así como la reducción del SMI y de los subsidios de paro, jubilación y viudedad.
En consecuencia, Pedro Sánchez habría aceptado el reto de ser el último muro de contención ante el tsunami derechista que se avecina con la esperanza de obtener unos resultados que le permitan conformar un Gobierno en solitario tras fagocitar los restos del naufragio de Sumar, contando además con apoyos externos de un fortalecido Podemos y de los grupos nacionalistas periféricos.