¿Es «Er Conde» el “outsider”?
Un soberano escándalo se armó en las redes sociales cuando las principales encuestadoras del país le dieron a Benjamín Rausseo, mejor conocido como “Er Conde del Guácharo”, altos porcentajes en la intención de voto de los venezolanos en las próximas primarias. Para Datanálisis está punteando. Para Datincorp, aparece en el segundo lugar (detrás de María Corina Machado) y sigue subiendo, aunque ninguno de los dos llega siquiera a 20% (Nicolás Maduro aparece de segundo en la intención de voto, de manera que, si se llegara a tener un “archipiélago” de candidatos, Maduro, sin necesidad de hacer trampa, ganaría sin necesidad de tener el 20%).
La figura del “outsider” cobra cada vez más fuerza en un país que se manifiesta harto, no solo de la clase política, sino harto de la desigualdad económica (la economía no termina de arrancar, a pesar de la burbuja de falsa prosperidad que se percibe en ciertos sectores), harto de la falta de oportunidades y harto del aumento de la emigración. Y también descontento por la corrupción, la desigualdad social y la desigualdad de género, entre otras razones.
Me preocupa que Rausseo esté subiendo en las encuestas, no por él, quien parece ser un empresario exitoso en todo lo que ha emprendido, sino porque la mayoría de la gente no lo percibe como tal, sino como “Er Conde”. ¿De verdad quieren que “Er Conde” sea presidente? Porque Benjamín Rausseo es una persona y “Er Conde” es otra. Ya tuvimos a un comediante de presidente… ¿Aprendimos la lección o seguimos pensando que necesitamos una persona divertida y entretenida en la presidencia, con una habilidad innata para conectar con la gente y muy persuasiva, como si fueran las únicas cualidades de un líder? No dejo de reconocer, sin embargo, que estas cualidades pueden serle muy útiles a un candidato a presidente, porque le ayudan a ganar el apoyo de la gente. Y es que el voto siempre tiene un importante componente emocional. Las personas pueden sentirse motivadas a votar por un candidato o una propuesta política por razones meramente emocionales -más allá del deseo de cambiar el statu quo- como el apoyar a una persona o una causa que les importa, o simplemente, porque el candidato les cae bien. Mucho más que la reputación del candidato, su experiencia o su posición sobre temas importantes, les importa que tenga carisma y capacidad de conectar con el pueblo.
Un elector generalmente votará por el candidato que tenga el mayor reconocimiento público, la mayor cantidad de publicidad o el mayor apoyo de los medios de comunicación. Y en un país como el nuestro, los electores tienden a escoger a los candidatos menos indicados porque pueden sentirlos más cercanos a sus propias opiniones y valores. Además, los electores pueden sentir que los candidatos menos indicados son más accesibles y están más dispuestos a escuchar sus opiniones.
De “Er Conde” también se han publicado fotos donde aparece con uno de los narcosobrinos en una avioneta privada, de las que ha salido al paso: “Me he tomado fotos con mucha gente, pero nunca me habían chalequeado tanto, pero tranquilos. Ataquen que yo aguanto”.
Los indígenas Chaimas creían que los guácharos son espíritus protectores de la naturaleza, a la vez que ayudan a los animales a encontrar comida. Si el anhelado “outsider” resulta ser “Er Conde”, espero que, al menos, actúe como su homónimo…
@cjaimesb