¿Equivocados o traidores?
Cada día se dificulta más que los venezolanos podamos entendernos. Las grandes diferencias entre los demócratas y los totalitarios del régimen son insalvables, ya que estos últimos no comparten los principios y valores básicos de nuestra civilización. Lo que amerita resolver son las diferencias entre quienes nos decimos demócratas, aceptando que no es un grupo homogéneo y que hay especímenes poco confiables.
¿Cómo calificar a quienes se reunieron en la Casa Amarilla con el régimen después de sostener durante semanas reuniones trascorrales? Muchos los han tildado de traidores comprados por el régimen. ¿Es o no posible que solo están equivocados o que el pragmatismo los llevó a negociar para lograr algo, aunque sea fallo?
Negociar no es un delito. Lo que sí es delito es llegar a acuerdos contrarios a los derechos civiles, políticos y humanos o darle oxígeno a un régimen que los viola. Para negociar hay que tener un mandato y prestigio. ¿ Qué representatividad tienen Henri Falcón, Claudio Fermín, Timoteo Zambrano y Felipe Mujica? Según la encuestadora Pronóstico, Falcón cuenta con 1,1 por ciento de aceptación y su partido solo el 0,2%. Claudio, Timoteo y Mujica no figuran. El primero debe tener respaldo familiar, Timoteo ni siquiera eso, dados sus antecedentes, y Mujica merece el rechazo de todos por su vergonzosa posición homofóbica.
¿Por qué este cuarteto, el mismo que avaló la elección fraudulenta de mayo 2018, tomó esa iniciativa tan criticada ? De sus declaraciones se desprende que los partidos relativamente mayores los marginaron de la toma de decisiones. Seguramente es cierto, pero deben calibrar cuál es su peso específico. Aunque políticamente no son importantes, el régimen los utiliza para intentar engañar, vendiendo la idea de que sí es posible lograr acuerdos con supuestos opositores no radicales.
El narcorégimen les hará algunas concesiones como la libertad del secuestrado Edgar Zambrano, pero están equivocados si esperan que esa negociación conduzca a la salida de Maduro y sus acólitos, que debería ser el objetivo del cuarteto si es que proceden de buena fe, lo cual no parece ser el caso.
Lo relevante no es si se vendieron o no, allá cada quien con su conciencia y con su mala fama. Lo fundamental es el daño que ocasionan al ayudar al régimen a proyectar una imagen alejada de la realidad. Los venezolanos los conocemos, pero internacionalmente pueden confundir a algunos gobiernos y le dan elementos a la extrema izquierda mundial para que sigan alcahueteando a la dictadura. En este sentido no dudamos en calificarlos de traidores a los principios y valores y merecen el rechazo de los demócratas.
Por otra parte, ojalá no confundamos los traidores a la democracia con otros venezolanos que piensan diferente a la mayoría. Por ejemplo, las encuestas indican que un elevado porcentaje de la población se inclina por la intervención extranjera. Ello tiene explicaciones, pero no es la vía sensata. Otros apuestan a que el régimen tendrá que ceder en una negociación bien llevada, dada la presión de las sanciones y algunos consideran, equivocadamente, que estas deben levantarse. Son posiciones con las que se puede o no estar de acuerdo, pero es injusto tildar de traidores y cómplices del régimen a quienes las sostienen.
Llama la atención que el Copei impuesto por el TSJ usurpador descalifica una posible intervención de nuestros militares. Se olvidan que en el pasado el partido apoyó el golpe del 18 de octubre de 1945, el del 24 de noviembre de 1948 y el del 23 de enero de 1958. Hoy, los militares tienen la obligación de intervenir.
Nuevamente instamos a nuestros dirigentes honestos a crear un frente común y ofrecer un apoyo sincero al presidente (e) Guaidó, quien cuenta con el respaldo mayoritario de los ciudadanos. En el Frente Amplio Venezuela Libre deben estar todos los dirigentes que quieren que cese la usurpación. El pueblo venezolano ha luchado como nunca en el pasado. La dirigencia ha pecado en varias oportunidades. Ojalá rectifiquen.
Como (había) en botica: Prematura y sorpresivamente Venezuela perdió un excelente ciudadano, el área de refinación petrolera se quedó sin uno de sus profesionales más reconocidos y quienes lo tratamos perdimos un gran compañero. Francisco Javier Larrañaga fue un demócrata que predicó y defendió los principios y valores de la democracia. Participó en marchas, foros, asambleas de ciudadano y trabajó con entusiasmo en el Plan de Emergencia para la recuperación de la industria petrolera. Fue miembro de la Academia de Ingeniería y del Hábitat y miembro fundador de Coener, ingeniero industrial de la UCAB, con doctorado en Francia. Tuvo una destacada carrera en Pdvsa y filiales, lamentablemente truncada por Roberto Mandini, entonces presidente de la empresa, quien arbitrariamente lo obligó a jubilarse. Se dedicó a la consultoría privada, a apoyar económicamente a los petroleros despedidos por Chávez en el 2002 y a trabajar por el cese de la usurpación. Nuestro pésame a su esposa Alba, hijos y nietos. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!