Entorno de «harpías»
Isaías A. Márquez Díaz
Escribimos arpía con hache, porque según la RAE, así podría escribirse; ya que también existe una acepción popular de dicha palabra, cuando se alude, por ejemplo, acerca de una fémina como arpía, y entonces suele escribirse sin hache; y aquí se requiere hacer una reflexión muy al margen acerca de tal acepción popular. Aunque el nuestro también lo sea, o llegue a serlo. “Amor se escribe sin hache” es el título de una novela del escritor Enrique Jardiel Poncela. Y, viene a colación a nuestra narrativa, ¿con hache o sin hache esta arpía o harpía nuestra? Con hache, tal y como hemos anotado, a fin de que los oportunistas y ambiciosos no crean que les insultamos de este modo despectivo, pues se trata de tales bellacos. Reseña pésima es la de todo tipo de arpía, con hache o sin ella; pero nosotros, los radicales, vamos a las fuentes; y hallamos lo que eran las arpías en la mitología antigua: ‘divinidad griega, mitad mujer, mitad ave, poseedora de los infiernos’. De entre las definiciones de la RAE, tenemos: 1.mujer perversa; 2. Persona codiciosa que con arte o maña logra lo que puede.
Y, es sobre esta acepción a que nos explicamos en virtud del entorno del presidente Juan Guaidó, por su impulso como presidente encargado, puesto que le están rodeando muchos viperinos, reconocidos en los medios políticos, quienes desde ya, le ven como un portaaviones, sobre lo cual existe una historia bastante fatal durante las administraciones CAP I/II, y, más recientemente, sobre la de Hugo Chávez.
Una máxima muy antigua reza: “Cuando ejerzas poder, escoge tus amigos antes de que te escojan a ti”. Las personas ávidas no son fiables desde punto de vista alguno porque sus ambiciones les ofuscan y nada les interesa mientras alcancen lo que codician.
