Elecciones históricas en México, ciudadanos ante responsabilidad histórica
Este 29 de mayo concluyeron las campañas electorales iniciadas el 1º de marzo pasado, rumbo a las elecciones más grandes que México ha tenido hasta hoy en su historia. Este 2 de junio, en las 32 entidades que conforman los Estados Unidos Mexicanos, acudirán 99 millones 23 mil 975 electores; de los cuales 51 millones 399 mil 566 serán mujeres y 47 millones 624 mil 306 hombres; además de 1 millón 553 mil 488 de mexicanos que viven en el exterior; todos ellos podrán votar para elegir 20 mil 708 cargos de elección popular a nivel federal y local; 9 gobernaturas; 128 senadurías y 500 diputaciones federales, además de elegir un nuevo presidente entre tres candidatos; en unas elecciones que cotarán más de 10 mil 444 millones 157 mil 311 pesos, de acuerdo con datos del Instituto Nacional Electoral (INE).
Estas elecciones, no solo son históricas para México por su magnitud, sino porque dos mujeres se disputan la presidencia y por primera vez habrá una mujer dirigiendo al país. La Dra. Claudia Sheinbaum, que representa las fuerzas de la izquierda progresista de México, de la coalición MORENA (en realidad aún un movimiento de liberación nacional más que un partido), Partido del Trabajo y Partido Verde, quien estuvo al frente de todas las encuestas a lo largo de la campaña presidencial y la candidata de la coalición de derecha, Fuerza y Corazón por México, Xóchilt Gálvez, formada por el PAN, PRI y PRD, tres partidos que fueron rivales acérrimos y ahora hermanados en ideas.
No obstante, estas elecciones históricas que llevarán a una mujer a gobernar los destinos de México el próximo 2 de junio, han pretendido ser ensuciadas por asesinatos políticos y denuncias de actos de corrupción, intentado desprestigiar al gobierno de México en el plano internacional y minimizar sus esfuerzos en la lucha contra el crimen organizado, la corrupción, la profundización de la democracia y la reducción de la pobreza; haciendo que por primera vez millones de pesos lleguen a los hogares mexicanos a través de programas sociales y no a los paraísos fiscales, como en los gobiernos pasados.
En una campaña electoral de calumnias, difamaciones y mentiras acuñadas por la oposición, críticas al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, acusado de autoritario, la oposición ha olvidado que el presidente recibió como herencia de los gobiernos del PRI y el PAN, que gobernaron el país durante casi 80 años, un país donde la corrupción y el tráfico de influencias, los abusos de poder y el nepotismo, marcaron los años de saqueo de las arcas públicas por una clase política inescrupulosa que amasó su fortuna sobre el empobrecimiento, la exclusión social y el aumento de la emigración de millones de mexicanos; un país donde la impunidad marcó el desarrollo del crimen organizado y la penetración por este de las instituciones delo.
Los adversarios y críticos del gobierno de la cuarta transformación, el PRI y el PAN, quienes califican las elecciones del próximo 2 de junio como las más violentas jamás registradas, han olvidado el asesinato del candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994 y de José Francisco Ruiz Massieu, secretario general del PRI, meses después; calificando de peligro para la democracia la llegada de la Dra. Claudia Sheinbaum, pero incapaces de aclarar los crímenes de Estado durante los gobierno del PRI y el PAN. En realidad, la violencia se ha centrado en algunos de los Estados, Michoacán, Guerrero, Chiapas y Veracruz, los cuales siguen siendo los de mayor atraso en su desarrollo y donde han prosperado bandas armadas de traficantes y extorsionadores.
Frente a las provocaciones y descalificaciones de la candidata de Fuerza y Corazón por México, Xóchilt Gálvez, quien promete hacer a todos los jóvenes emprendedores y empresarios, para replicar su historia de vida que la llevó a convertirse en empresaria y millonaria vendiendo gelatinas en su juventud; la Dra. Claudia Sheinbaum ha propuesto en el cierre de su campaña consolidar los proyectos del presidente Andrés Manuel López Obrador, incrementar los salarios mínimos y profundizar el humanismo mexicano, para mejorar el bienestar de millones de mexicanos beneficiados con los programas sociales creados; buscando fortalecer un Estado del bienestar naciente en México.
La Dra. Claudia Sheinbaum planteó en el cierre de su campaña que no llegaba sola a gobernar, sino que lo hacía con todas las mujeres de México. A la vez, como parte de su plan de gobierno, propuso crear un gobierno honesto; mantener la división entre el poder económico y político; continuar con un gobierno austero; promover la libertad de expresión; respetar la diversidad política, social, cultura, género, identidad y sexual; promover la seguridad para las mujeres y una vida libre de violencias para ellas; defender a los mexicanos que viven en el exterior; garantizar un presupuesto público para mantener los programas sociales; garantizar el acceso a la salud pública y los medicamentos para la población; garantizar salarios y pensiones justas; garantizar que el salario mínimo esté por encima de la inflación; promover el desarrollo científico e histórico.
Además, la Dra. Claudia Sheinbaum, se comprometió a promover los derechos culturales de todos los mexicanos; consolidar los proyectos estratégicos; promover la soberanía energética; impulsar la restauración y protección del medio ambiente; promover la soberanía alimentaria y evitar la siembra del maíz transgénico; promover la inversión privada nacional y extranjera; profundizar la estrategia de paz y seguridad; así como, reformar al poder judicial y garantizar la soberanía nacional, promoviendo una política exterior apegada a los principios constitucionales.
Finalmente, este 29 de mayo, los tres candidatos a la presidencia concluyeron sus campañas electorales y ahora le toca al pueblo mexicano elegir la mejor opción para gobernar a México, a sus Estados y Municipios; esperando que las elecciones se desarrollen en paz y se reconozca a los ganadores, sin disturbios sociales ni cuestionamientos de fraude como en el pasado.