El Vaticano excomulga a los comunistas
El 1 de julio de 1948, Eugenio María Giuseppe Giovanni Pacelli, Papa Pío XII, lanza el “Edicto de la Guerra Fría” por el cual excomulga a todo católico comunista. Un año más tarde, el 13 de julio,1949, el Vaticano da a conocer su afamado “Decreto contra el comunismo”. Como cabeza de la Iglesia Católica Romana durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial y la primera década de la Guerra Fría, además de ferviente anticomunista, Pío XII autoriza al Santo Oficio expulsar de la Iglesia a todo católico que se enliste o se hubiese enlistado, o esté colaborando o hubiese colaborado, con los impíos comunistas. El representante en ejercicio del Departamento de Estado de EEUU ante el Vaticano, Franklin C. Gowen, escribe una carta con fecha 15 de julio de 1949 en la que describe lo acaecido en una reunión con el representante del Vaticano, Giovanni Battista Montini, quien oficialmente describe el comunismo como un enemigo irreconciliable de la Iglesia Católica y de toda la cristiandad.
Desde 1912, en Rusia, la Revolución del Partido Social Demócrata Laboral bolchevique y sus postulados de clase única atea, el comunismo ha significado una profunda amenaza al catolicismo y a otras religiones. Y ahora sabemos que no solamente ha amenazado y amenaza a religiones, sino que también amenaza la sagrada consigna de los libertadores americanos como Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O’Higgins, Antonio José de Sucre, et al, de preservar las independencia de los pueblos que liberaron “ante todos los peligros”, que, por lo que hemos venido viendo, no cesan de pulular con intenciones nefastas para la independencia de los pueblos que liberaron. Como sus predecesores, Pío XII temía que la expansión del comunismo alteraría el orden social establecido y socavaría los fundamentos de la civilización cristiana. Al ver cómo la Europa del Este se agrupaba bajo el puño soviético después de la segunda guerra mundial, sus temores aumentaron. Por otro lado, Pío XII tenía razones personales que justificaban su anticomunismo ya que cuando servía de diplomático en representación del Vaticano en Múnich en 1919, se tuvo que enfrentar con revolucionarios comunistas que se habían metido en su residencia y con pistola en mano querían llevarse sus cosas incluyendo su automóvil.
Y en 2024, la arremetida de hurto político comunista a la mala “pistola en mano” e incluso engañando en “elecciones” continúa en Venezuela, Bolivia, México, Colombia, Brasil, Chile, en tanto que por desgracia está establecida en Cuba y Nicaragua. Menos mal que en Argentina ha encontrado un pueblo cansado de tanta mentira, abuso y delito, y ha sacado del poder al peronismo comunista que en décadas lo que más ha logrado es arruinar a la mayoría de los argentinos.
Pío XII fue papa de 1939 a 1958, uno de los períodos más complejos y desafiantes de la historia europea con repercusiones en todo el mundo. Su legado es controversial porque nunca condenó el Holocausto acaecido durante la Segunda Guerra Mundial. Sus defensores dicen que Pío XII enfrentaba una difícil situación en la que secretamente proveía ayuda a miles de refugiados de guerra judíos y católicos, amén de que no podía corroborar atrocidades aunque décadas más tarde se ven documentos que muestran que Pío XII, temprano en 1942, sabía de los asesinatos de judíos en masa en las cámaras de gas. En años recientes los ímpetus en pos de beatificar a Pío XII (paso previo a bregar por su santidad) se han visto entorpecidos por la ausencia de un milagro hecho por él, obligatorio en todo caso.
