El tiro no tuvo salida
Cuando asesinan a un niño asesinan una parte de la patria.
Duele la piel y el alma cuando un presidente afirma que el niño asesinado en Táchira pertenecía a una secta de la derecha. Pobre forma de intentar evadir una responsabilidad que llevarán en sus hombros para el resto de sus días.
La patria muere cuando mueren sus hijos. La revolución amorosa olvida que las luchas por la libertad nunca cesan, pero de manera contraria, se profundizan cuando se intentan apagar con violencia. Me pregunto cómo pueden dormir después de que pase algo tan “inverosímil” Nicolás Maduro dixit.
El niño muerto luchaba por su libertad y por la de aquellos que aún no saben que la perdieron.
El tiro con el que asesinaron a Kluiveth Roa, un niño de 14 años, no tuvo salida. Tampoco la tiene un gobierno que asesina a los hijos de la patria.
@pereiralibre