El textil como lenguaje: El quipu Inca
Eduardo Planchart Licea
El Chasqui (1) corre ligero, en su mano sujeta el correo del Incajunto al cetro solar, señal de su intocabilidad, mientras toca la guarura.En una posta cercana llega el eco oceánicodel caracol, le preparan chicha y mazorcas tiernas de maíz,para recuperar la fuerza perdida que le permita llegar a su destino. El imaginar esta escena, entre otras del mundo incaico, esposible gracias a las minuciosas ilustracionesy comentarios de Felipe Guaman de Ayala, en laNueva Corónica y el Buen Gobierno (1615-1616). Cada una de los 399 dibujoscon trazo continuo y seguro sonresultado de una intencionalidad, que les transmiten realismo que describe: rasgos, gestos, indumentaria con elementos simbólicos al representar escenas como las ilustraciones de los diversoshechiceros y sus hechos, o los jaguares antropomorfos…
Al indagar en los usos que se le daba alquipu, casi todas las investigaciones parten de las láminas del cronista. En una de ellas un joven mensajero (2), tiene en su mano derecha solarun quipu enrollado colgando, y en su parte superior lo que podría ser un sobre de carta, con dicha palabra escrita; en la otra mano llevaamarrado en la muñeca un pequeño bolso. De esto se podría deducir que el mensajero en el quipullevaba narraciones de acontecimientos, tal como enfatiza Guaman Poma de Ayala: “
“Mandadero de edad entre los 18 y 20 30 años, enviaban mensajes por encargo de pueblo y a otros lugares cercanos…En la mano derecha solar, en la parte superior un quipo colgando, como si fuera un mandado, con un sobre que dice carta, de estos se supone que la información del quipu no será matemática sino narrativa”.
Entre las ilustraciones donde se delinean los quipu, una de las más significativas es las del Inca (3), parado entre los depósitos que tenía cada provincia de alimentos y productos como charque (carne seca), camote, lana, maíz, algodón, verduras, coca…, pidiéndole cuenta a su administrador de lo producido y lo consumido. Y el “maestro hacedor de nudos”, le muestra unas cuerdecillas, donde se encuentran la contabilidad de los datos asentados entre los nudos del quipu.Esa trama de nudos es una de las creaciones culturales que le permitía a la burocracia del imperio administrar, controlar, cohesionar, y defender su vasto territorio. Era una especie de ábaco, que iba más allá de la función matemática. Textil hecho deuna cuerda madre, de la cual brotan cuerdas transversales de colores, con ocho tipos diferentes de nudo nudos. Con una enigmática bellezatrasmitida por la simpleza de su tejido que parecieran ser las raíces nudosas de un tubérculo, olos rayos de luz que emanan de una metáfora textil.
El maestro de nudo será llamado quipucamayo recibía su educación en el antiguo Cuzco, en las cercanías del palacio del Inca, lindante a la biblioteca donde se archivaban estos registros. Los aprendices eran sometidos a una rígida disciplina, tal como señalan laHistoria General del Perú de Martín de Murúa: “en el primero (año) enseñaban la lengua del Ynca, que era particular (…) Al tercer año encontraban otro maestro, que les declaraba en sus quipus los negocios pertenecientes al buen gobierno, en los cordeles eran puestos el número de indios del pueblo y de las cosas en general…, cada ayllo tenía su contador de solo él, con los indios que había casado y solteros y viudos, y sus mujeres e hijos, y los que se morían y los que de nuevo nacían y los oficiales de cada oficio”.
Hasta el cuarto año aprendían los diferentes tipos de lenguajes del quipu que iban más allá de lo matemático,contable y lo astronómico, aprendían a convertir amarres, nudos y colores en narraciones históricas, guerras, rituales, etc. Existían por lo menos dos categorías sociales y políticas fundamentales de los quipucamayocs: los vinculados a los ayllu o poblados con chacras provinciales, que se muestran en las ilustraciones donde el “Hacedor de nudos” con quipus entre sus manos, tenían el pelo largo y sin orejeras; y la élite administrativa del Inca con sus mantas o fajas con bellos diseños geométricos, llamados tocapus. Los quipus por tanto tenían un lenguaje local, y otro para la burocracia del Inca. Tal como señala la investigadora Viviana R. Moscovich en su excelente monografía “La Educación de los Quipucamayocs”:”… es importante también saber la finalidad y las maneras que era usados los quipus:unos se podían modificar, al agregar o sacar cuerdas y nudos, podrían servir como herramienta de trabajo diario, o si no se cambia nada, como un informe final”.
La dimensión comunicativa y simbólica del quipu es un elemento central de la civilización andina, que transformó el textil en un lenguaje que aún no ha sido descodificado. Dicha dimensión significativa no solo se limitó al él, sino impregnó el textil, y la cultura incaica.
Ilustraciones y comentarios cortesía del Facsímil del manuscrito autógrafo de Felipe Guaman Poma, Centro Digital de la Biblioteca Real de Dinamarca, Copenhague, numeración:(1) p.352 lamina 132; (2) p.202 lamina 178;(3)p.132 lamina 337