El revocatorio impedirá que venezuela se hunda
Cuando Maduro fue impuesto como sucesor de Chávez, ya se había iniciado la decadencia. Las improvisaciones y extravagancias del difunto habían destruido el aparato productivo nacional, y Venezuela involucionaba a la condición de mono productor de petróleo. Era de anteojitos que el nuevo gobierno rectificara con realismo y audacia contra las equivocadas políticas económicas que habían conducido a este desastre.
No hubo tal rectificación. Por el contrario, sobrevino una sumisión total al modelo cubano-soviético. Las cinco millones de hectáreas de producción agropecuaria fueron expropiadas, retornándose a la economía de subsistencia representada por el conuco. También las plantas industriales expropiadas no fueron reactivadas, y, en consecuencia, los dólares requeridos para la importación los generaba únicamente PDVSA, convertida en madriguera de ladrones insaciables.
Ese inmovilismo del gobierno de Maduro día a día ha venido acentuando la crisis, al punto de que existen todas las circunstancias que hacen posible que aquí se produzca una hambruna. Tanto es así que muchos países están listos para enviar a Venezuela lo que hace falta, pero el gobierno de Maduro no da los permisos correspondientes considerando que de esa manera se libra de ser visto como un estado fallido. Las consecuencias de esa estúpida actitud oficial están a la vista. A diario la prensa informa sobre niños que mueren de hambre, y un elevado porcentaje de alumnos de primaria no va a la escuela porque sus padres no tienen para comprarles comida, y ya no funcionan los comedores escolares.
La insuperable impopularidad del gobierno es consecuencia de su comprobada incapacidad para garantizar siquiera la subsistencia de los venezolanos. No es el imperio, ni la derecha mundial, ni los paramilitares colombianos los culpables. La culpa es de Maduro y de quienes lo sostienen en Miraflores contra viento y marea.
Por estas razones millares de venezolanos abarrotan las calles como el 1º de Septiembre (1S), para manifestar pacíficamente su voluntad de no continuar calándose a un equipo de gobierno tan inepto, irresponsable y corrompido.
El Revocatorio es el camino que Venezuela se ha propuesto transitar. Venezuela forzará cívicamente la barra para que se realice este año, con el consecuente consensuado cambio de gobierno. No se equivoquen los que creen que los venezolanos se atemorizan y desisten, los venezolanos están resueltos a salir de Maduro, y lo quieren hacer pacíficamente. Recuérdenlo, vacilar es perder.