El reto: ¡Reinstitucionalidad sin Constituyente!
Partiendo de la hipótesis sostenida por sectores detractores del gobierno nacional que plantean una crisis institucional, signada por la ausencia de la separación de los poderes públicos, en confesa alineación con el ejecutivo nacional, la interrogante sería ¿Es prudente una constituyente sí ésta va ser normada y rectorada por la institucionalidad a la que se quiere sustituir? Creemos que no, bastaría solo recordar las elecciones parlamentarias del 2010 cuando por maniobra del CNE fueron ajustadas las circunscripciones electorales del país permitiendo al partido de gobierno Psuv alzarse con una mayoría de parlamentarios nacionales aún cuando los sectores de la oposición sacaron más votos, el 52%. Imagínense sí se repite la aplicación de este criterio en las circunscripciones para los constituyentistas nacionales, todo indicaría que el Psuv y sus fuerzas, aún no siendo mayoría en el país, podrían alzarse con la mayoría de quienes tendrían la responsabilidad de la redacción de una nueva carta magna, de ser así, dicha constitución estaría mucho más ajustada a la visión impositiva, centralista y presidencialista de gobernar, dicho en criollo, existen altísimas posibilidades que a la oposición le salga el tiro por la culata.
Así pues, el reto es mucho mayor, el de la Reinstitucionalidad pero sin una Asamblea Nacional Constituyente ¿Es posible? Sin lugar a dudas que si, solo se necesita el trabajo consuetudinario donde viven muchos y pocos van, en los lugares más apartados del país, en las comunidades populares, en las distintas organizaciones sociales, en los gremios, universidades, en fin, en todos los espacios del país, ese trabajo debe ser vencer la desesperanza aprendida y hacer comprender que el cambio del país es mucho más sencillo de lo que se supone porque no parte de la institucionalidad, sino de la voluntad de cambio del pueblo, de la disposición a exigir a las autoridades locales, estadales y nacionales la solución de nuestras parvedades ¡Sin excusas valederas ni escudos partidistas! No hay que hacer referencia a ninguna encuesta, a pesar que todas ellas denotan un descontento generalizado y cada vez mayor hacia el gobierno nacional, por lo que están creadas las bases que permite la unión de los venezolanos conforme a una sola idea, el bienestar nacional.
Lamentablemente para los venezolanos, todos los indicios apuntan a que ese descontento se incrementará con el pasar de los días, en cuanto todas las anomalías sociales y económicas que han degenerado la Venezuela de hoy insegura, inflacionaria y de servicios públicos agonizantes, no están siendo corregidas, por el contrario, se solidifican a través de más y más restricciones a la población, restricciones que atentan incluso contra nuestras tradiciones, nuestra cultura, nuestra identidad. Nunca dejaremos de insistir que la culpa de los males del país no son endosables únicamente a nuestros gobernantes, la mayor responsabilidad recae en un pueblo conformista que se dejó dividir e inculcar la idolatría hacia sus gobernantes, sin embargo, las mismas consecuencias de esos factores ajenos a nuestra identidad está haciendo que Venezuela despierte de ese lúgubre letargo histórico.
Por lo antes expuesto, seguro estamos que no están dadas las condiciones para una Asamblea Nacional Constituyente, en cambio, para redireccionar el rumbo de Venezuela hacia un camino distinto sin odio, sin exclusión política, donde cada quien pueda desarrollarse según su capacidad y decisión propia, con una institucionalidad obediente al pueblo y no al revés sí están dadas las condiciones, es allí donde la dirigencia del país ¡no solo política sino de todos los sectores venezolanos! Deben bregar.
Estoy totalmente de acuerdo con el autor, no es momento para una constituyente, las trampas del gobierno harían que se salieran con la suya