¡El pueblo decidió y así será!
Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, desconocen a las acreditadas voces nacionales e internacionales, en clara provocación, para soliviantar violencia y conspirar contra la paz del pueblo venezolano. Enrarecen de plano la estabilidad política del país.
Políticamente, Maduro y Cabello son inmaduros. Se colocan al margen de la Constitución para herir de muerte a la República y distorsionar la voz del pueblo que habló claramente el 6-D. Su actuaciones son, en lo supremo, irresponsables. Destruyen al futuro provisorio y la prospectiva de la misma revolución y el destino del socialismo en el continente. Le hacen un flaco favor a las derechas. Lucen, sin quererlo, como los más firmes agentes de la contrarrevolución. “Con amigos así, ¿para qué enemigos?”, dirían, los que de alguna manera saben de marxismo, de izquierdas, de socialismos.
Además, dan claras y firmes características de su naturaleza totalitaria. Sus gestiones, dejan cruentas y despiadadas huellas, semejantes a los más despiadados fascistas del mundo. De ello hablan sus escuetas formas de segregar, las provocaciones y las trampas colocadas contra la oposición democrática del país, para luego difamarlos y reprimirlos. Lo dicen las parciales decisiones y fallos viciados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Por supuesto, siempre tutelados, reconvenidos y guiados por las manos de este dúo totalitario. Lo expresan las írritas instituciones paralelas e ilegales y decisiones extemporáneas, dictadas por la saliente Asamblea Nacional (AN), al nombrar nuevos magistrados del TSJ y crear al Parlamento Comunal, en flagrante violación contra la Carta Magna. A causa, de precedentes como estos, en Venezuela ha habido muertos, heridos, presos por hacer política, por protestar y por decir la verdad. Por publicar y denunciar los excesos de Maduro y Diosdado, estos, en mal uso de su poder, han cerrado, obstaculizado y demandado judicialmente a los medios de comunicación social.
Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, desde siempre han disparado contra la multitud. Y siguen disparándole, para obstaculizar el camino a la decisión democrática del pueblo. Bajo este clima de inquietud y recelo, el señor Luis Almagro, Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), se pronuncia: “Pedimos que nadie distorsione la voz del pueblo y su expresión más genuina, que son los resultados electorales, con estratagemas de dudosa juricidad, ni reclamando decisiones viciadas de parcialidad a organismos reconstituidos para la ocasión”. Por ello decimos: es importante y necesario detener la conspiración que está contra la voz electoral de la población. Que cese desde ya la irracionalidad. Que se dé paso a la cordialidad y a la institucionalidad de la República. Que este 5 de enero, día de la instalación de la renovada y nueva Asamblea Nacional, como respeto a la Ley Mayor, sea fiesta democrática en toda la nación. En la AN está manifiesta la voz universal del pueblo. ¡El pueblo decidió y así será!