El Plan de la Patria
Eduardo Soto
El régimen chavista se había propuesto para el período 2013-2019, cinco objetivos, ninguno de los cuales se ha cumplido y está cada vez más lejos de alcanzar, los cuales estaban contenidos en una reláfica de buenos deseos, etiquetada con el pomposo nombre de Plan de la Patria.
El primer objetivo era: Defender, expandir y consolidar la independencia nacional. Pero el chavismo ha doblado la cerviz al tutelaje cubano y es evidente que la independencia se ha hecho jirones, al tener que pagar la protección de las potencias con Veto en la ONU; el régimen ahora es rehén de sus protectores y su peón en el tablero político mundial.
El segundo objetivo era: Continuar construyendo el socialismo bolivariano del siglo XXI, para asegurar la “mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política y la mayor suma de felicidad”, para nuestro pueblo. Es a todas luces evidente, que el bolivarianismo chavista, ha logrado exactamente lo contrario a lo que pregonaba el Libertador en su Discurso de Angostura y, como todos sufrimos su descarrío del régimen en carne propia, no es necesario hacer más comentarios.
El tercero era: Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y El Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en nuestra América. La potencia social se manifiesta en los millones de venezolanos forzados a salir de su país por las nefastas políticas del régimen; lo económico lo ha hecho famoso, por causar la mayor hiperinflación que conozca la historia; y lo político por estar a trancas y a mochas con la mayoría de los países de la región y su diplomacia es símbolo mundial de falsía, pugnacidad y diatriba.
El cuarto objetivo era: Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar. Nadie podría negar su intento de contribuir a una nueva geopolítica mundial y quizás haya sido en aras de este objetivo, que el régimen, sacrificando su soberanía, ha llegado a ser trompo servidor y punta de lanza de potencias extra continentales en la región, a lo cual no es ajeno su vasallaje al castrismo.
Por último, la tapa del frasco: Preservar la vida en el planeta y salvar la especie humana. Esto es el colofón que sirve para arropar los deseos del chavismo y puede justificar cualquier cosa que se le ocurra, pues nadie en su sano juicio podría oponerse a ideales de esta naturaleza.
La planificación chavista pareciera efectuarse por imperio contrario, pues establece objetivos de los cuales se aleja como el diablo a la Cruz. Tampoco puede permitirse reconocer que su fracaso sea a causa de su ignorancia enciclopédica y su colosal ineptitud, por lo que siempre recurre al imperio, para endilgarle el sambenito.
Ahora, el régimen, en el Plan de la Patria 2019-2015, se propone unos objetivos, en que tratan de apropiarse de la idea de la gratuidad de la educación y, cuando el sistema de salud está en ruinas, en vez de proponerse recuperarlo, ofrece de gratis algo inexistente. Además, jugando artera y políticamente con las necesidades del pueblo, promete cinco millones de viviendas, todo canalizado a través del Carné de la Patria y una economía sana, que va a lograrse a través de los CLAP.
Estos objetivos que tanto muestran la hilacha chavista, serán también objeto implacable de la estulticia y negligencia consustancial al régimen, que no tendrá tiempo de esgrimir su excusa favorita, para la consabida explicación de sus fracasos.
